Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
Domingo 25 de abril de 2010, p. 6
“¿Cuál es tu nombre?” “Ya lo sabe. Gerardo Álvarez, El Indio.” “¿A cuántas personas has matado?” “Ya perdí la cuenta”, dijo a sus captores uno de los hombres buscados por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) desde 1996, y quien se inició en el narcotráfico con el cártel de Colima, que dirigían los hermanos Amezcua Contreras, llamados Los reyes de las metanfetaminas.
El pasado miércoles, en la colonia Lomas de La Herradura, una de las zonas más exclusivas en la zona metropolitana del valle de México, Gerardo Álvarez Vázquez recién había llegado al número 93 de Bosques de Antequera. Iba con 17 escoltas, algunos de ellos narcomenudistas que operan en la zona.
El Indio, de acuerdo con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), desde finales de la década de 1990 se convirtió en uno de los principales operadores del narcotráfico en México, al abastecer de sustancias para producir drogas sintéticas a los cárteles de Colima, Sinaloa, Golfo y últimamente a los Beltrán Leyva.
Álvarez Vázquez participó en el enfrentamiento contra los militares de fuerzas especiales desplegadas para su detención, de acuerdo con los reportes rendidos al Ministerio Público Federal. En su primer interrogatorio no ocultó su identidad ni el que tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva en Cuernavaca, Morelos, el 15 de diciembre, se alió con Édgar Valdez, La Barbie, para buscar el control de la organización Beltrán Leyva.
En la SIEDO se indicó que las investigaciones mexicanas contra El Indio no están suficientemente armadas, pese a que en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/217/2009, la testigo identificada como Jeniffer lo señala como responsable de la recepción de cargamentos de cocaína procedentes de Colombia, en Cancún, Quintana Roo.
Las fuentes resaltaron que cuando Álvarez Vázquez operó con los Amezcua Contreras se encargaba junto con Jaime Ladino (aún no detenido) de las negociaciones para adquirir químicos para elaborar drogas sintéticas en Jalisco, Michoacán y Colima.
La organización de los Amezcua llegó a ser considerada la que más cantidades de drogas de diseño exportaban a Estados Unidos. Tras ser detenido por primera ocasión en febrero de 1995 y recuperar su libertad poco después, El Indio expandió sus nexos y se alió con el cártel del Golfo.
De ello, indicaron las fuentes consultadas, habló a sus captores, y también de algunas de sus “inversiones” en farmacias y empresas fantasmas que le permitieron la importación de grandes cantidades de seudoefedrina de China, Pakistán y la India.
El detenido, a decir de funcionarios de la PGR, podría ser arraigado a pesar de que existe una orden de detención provisional con fines de extradición a Estados Unidos.
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