Los mexicanos indocumentados que pisen Arizona serán considerados criminales gracias a la Ley SB1070 promulgada el pasado 23 de abril en ese estado del vecino país. De nada servirá que Barck Obama la califique de irresponsable ni que se opongan a ella organizaciones a favor de la legalización de inmigrantes, cuyo único pecado es cruzar la frontera del desamparo para conseguir un empleo, que no encuentran en México, para mantener a su familia.
Los mexicanos que parten a los Estados Unidos nunca olvidan a sus seres queridos, en cuanto reciben su salario lo envían casi íntegro a sus pueblos y eso ha permitido cierta reactivación económica. Las remesas no sólo salvan a sus familiares del estado de pobreza en que se encuentran, también inyectan ingresos al país. Los sacrificios que hacen al vivir lejos de su gente, de sus costumbres y de la que debería ser su patria, no sólo no serán reconocidos sino que ahora constituyen un delito.
Los gobiernos prianistas que hemos padecido no han hecho ninguna gestión seria para exigir a los Estados Unidos un Ley migratoria que respete los derechos humanos de los trabajadores, que cumplen funciones fundamentales para el desarrollo económico de ese país, al contrario, siempre han estado dispuestos a sacrificar a su gente para seguir las políticas imperialistas que tanto daño le han hecho a toda América Latina, y en especial a México.
Sabemos que dentro del Congreso de Estados Unidos existe oposición a esta Ley, sin embargo, las fuerzas antimigrantes no sólo responden a una postura política, sino que reflejan el desprecio que el imperialismo ha sembrado en sus ciudadanos ante los pueblos latinoamericanos.
Sus políticas expansionistas, de dominio y de explotación constituyen una enseñanza. No van a revertirlas ahora ante el descontento popular, menos aún si existen países como México, incapaces de desobedecer los designios del gran capital.
No sé cuánto más vamos a soportar antes de decidirnos a actuar como pueblo libre y soberano. Tenemos que empezar por nuestra casa. Si dentro del territorio nacional se violan todos los días los derechos humanos de los ciudadanos y de los trabajadores, ¿cómo demonios vamos a impedirlo en el vecino país
No hay comentarios:
Publicar un comentario