El jerarca colombiano aduce que defiende derechos humanos de curas
Peter Isely (derecha), vocero de la agrupación de víctimas de pederastas, y Arthur Budzinski, uno de los afectados, tras presentar una demanda en Milwaukee contra Benedicto XVI por encubrir abusos sexuales del sacerdote Lawrence Murphy en una escuela católica en Wisconsin, de los años 1950 a 1975Foto Ap
Dpa
Periódico La Jornada
Viernes 23 de abril de 2010, p. 44
Bogotá, 22 de abril. El cardenal colombiano Darío Castrillón afirmó hoy que detrás de las denuncias contra sacerdotes por casos de pederastia se esconde una “persecución” contra la Iglesia católica de la que forman parte “idiotas útiles.
“Es un absurdo, es una persecución contra la Iglesia. Lástima que haya idiotas útiles que se prestan para este tipo de persecución (...) La Iglesia no defiende a los pedófilos, sino los derechos humanos de los acusados”, dijo el prelado desde Roma a la cadena radial RCN.
Castrillón ha sido criticado en Colombia después de que la revista francesa Golias publicó hace unos días una carta que envió en 2001 al obispo francés Pierre Pican para felicitarlo por no haber denunciado ante la justicia al sacerdote Rene Bissey, acusado de cometer abusos sexuales.
“Me congratulo con usted por no haber denunciado a un cura. Usted ha actuado bien y me felicito de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, habrá preferido la prisión antes que denunciar a su hijo cura”, escribió Castrillón cuando fungía como prefecto de la Congregación para el Clero en el Vaticano.
No me arrepiento
En declaraciones que publica el diario bogotano El Tiempo en su edición en Internet, Castrillón dijo que el obispo “hizo lo que tenía que hacer”, por lo que no se arrepiente de haber enviado esa carta.
“Hizo lo que tenía que hacer. Era el padre espiritual y sacramental del sacerdote, y hay un vínculo de paternidad. El que no tiene fe no entiende esto. Él no entrega a su sacerdote y eso no significa encubrir. Él (obispo) actuó de acuerdo con nuestras leyes: lo escuchó y le quitó sus facultades como sacerdote”, dijo el cardenal, tras señalar que el escrito fue aprobado por el papa Juan Pablo II.
Tras insistir en su denuncia de “persecución”, Castrillón expresó que “no hay tanta dureza con el asesino de un niño, ni con algunas madres que ponen anticonceptivos en el morral de sus hijas que se van de paseo, pero con la Iglesia se ha desarrollado un puritanismo obsesivo”.
Castrillón había sido invitado a oficiar el próximo sábado en Washington una misa con motivo del quinto aniversario del pontificado de Benedicto XVI, pero decidió no viajar ante las críticas recibidas tras la publicación de su carta.
“Yo decidí ayer por la noche que no iba (...) Me dijeron que había dificultades, que no podían garantizar plenamente la seguridad“, dijo el cardenal.
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