Por más que los medios de comunicación entregados a la derecha quieran presentarnos a un PRI renovado que merece regresar al poder, desde donde no hizo nada para mejorar la economía ni el bienestar del pueblo, sus acciones y propuestas nos dejan ver que el PRI no tiene nada de nuevo ni bueno que ofrecer a los mexicanos hartos de la corrupción y la impunidad, no sólo de los priistas sino de los panistas que son sus verdaderos aliados.
En un artículo titulado PROPUESTA INDECENTE, publicado en la revista Proceso, Marta Lamas explica con claridad lo que conlleva la indecente propuesta de reforma laboral priista, avalada por el PAN en el Congreso.
Se trata ni más ni menos de la irrestricta libertad empresarial para la subcontratación (con bajos salarios y sin prestaciones), la facilidad de despidos, la limitación de salarios caídos a sólo 12 meses y la prohibición de sindicatos gremiales.
Dice Marta Lamas que es inconcebible que la propuesta priista no presente la menor mención al fortalecimiento de la JUSTICIA LABORAL. También refiere que si en verdad se trata de “modernizar” la normatividad laboral para reforzar la productividad, los priistas deberían incorporar los señalamientos de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, respecto a que la precarización de las condiciones de trabajo, la inestabilidad, la informalidad y la caída en la cobertura de la seguridad social configuran un déficit del TRABAJO DECENTE, que necesariamente agrava la situación no sólo de los trabajadores sino de sus familias.
Vista así, la reforma laboral priista lo que en realidad apuntala es un despido cómodo de los trabajadores para seguir contando con el apoyo de los empresarios y el entendimiento con los “líderes” de los sindicatos corporativos que les aseguran votos.
El trabajo decente es otra cosa, tiene que ver con cuatro objetivos estratégicos que la reforma priista dejó fuera. Estos son: empleo de calidad, seguridad social, derechos laborales y mejores prestaciones a los trabajadores y a sus familias.
Da la casualidad de que el Proyecto Alternativo de Nación de Andrés Manuel López Obrador propone para los trabajadores lo que la reforma priista hizo a un lado. Esa es la gran diferencia entre la verdadera izquierda y la derecha, por eso la negativa del Movimiento Regeneración Nacional a aliarse con los partidos de la derecha. De ahí los ataques a cualquier indicio de cambio profundo en la vida pública del país. Esto es lo que se debería poner sobre la mesa antes de decidir a qué candidato apoyar, porque lo importante no sólo es un político congruente y honesto, también cuenta el Proyecto que llevará a cabo y a favor de quién trabajará.
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