lunes, 9 de mayo de 2011

Después de la Marcha….qué? POLIMNIA ROMANA

Muchos marchamos ayer, muchos se quedaron a ver el futbol y otros más ni se enteraron de que un poeta con el corazón destrozado caminó desde el estado de Morelos hasta el Zócalo seguido por miles de mexicanos que en silencio gritaron “estamos hasta la madre”.

Los desinformados ni siquiera intentan saber el motivo de la marcha. Pero los que entendemos el dolor de 40 mil padres tenemos la obligación de continuar el trabajo.

La gran Marcha Nacional es sólo una manifestación de repudio al actual Gobierno Federal, lo importante es qué vamos a hacer para que la guerra y el hambre lleguen a su fin. Salir a la calle con playeras manchadas y cartulinas decoradas no arregla nada. Es más, los miles de puños levantados ayer frente a Palacio Nacional ni siquiera son contados por los verdaderos asesinos.

Los reclamos son muchos, entre ellos: “Renuncia Calderón”. Estoy segura de que el señor Felipe jamás ha considerado la posibilidad de dejar su silla antes de diciembre del 2012. Y si así lo hiciera, ¿quién ocuparía su puesto? ¿Sicilia? ¿Juan Ramón de la Fuente? No. El Congreso sería el responsable de designar a un Presidente Interino. Y conociendo a los legisladores me puedo imaginar al personaje que escogerían.

Los caminantes también exigen el “Alto a la Guerra”. Los verdaderos culpables de la absurda guerra son Felipe Calderón, Genaro García Luna, Galván Galván y compañía. Eso está claro. Lo que no se recuerda a cada paso de la marcha es el cómo llegaron esos tipos a esos puestos. Si Felipe Calderón tiene el descontrol de esta estúpida cruzada es gracias a un FRAUDE ELECTORAL que por cierto, hoy muy pocos recuerdan y muchos menos protestan por ello.

No estoy de acuerdo en atacar a todos los políticos. NO. No todos son iguales. Si así fuera no quedaría ni una pizca de esperanza en los corazones de los que marchamos ayer.

No excluyamos a los políticos, politicemos a los ciudadanos.

Sentados frente a la computadora o exigiendo nuestros derechos desde una cafetería no conseguiremos nada. La justicia no se implora, se conquista. Para tener paz debemos primero merecerla. Las obligaciones de un ciudadano no se reducen a pagar impuestos y de vez en cuando votar.

“El peor analfabeta es el analfabeta político. El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El no sabe que el costo de vida, el precio del maíz, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de las medicinas dependen de decisiones políticas.
El analfabeta político es tan tonto que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”. Bertolt Brecht

No hay comentarios: