Domingo 14 de mayo de 2011. Arrestan al director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, por haber atacado sexualmente y de manera brutal a una empleada de limpieza de un hotel en Nueva York.
Pensé: “Este fulano es uno de los hombres con más poder en el mundo, con un sueldo más que generoso y con el control del destino de muchos paises pobres que están endeudados con el FMI--incluyendo a México. Si tanto quería cojer, ¿no se podía ir a Nevada a algún burdel, o con alguna escort en Amsterdam, en vez de estar acosando a una empleada de un hotel?”
Pensé entonces en Paul Wolfowitz, ex-funcionario del gobierno de George W. Bush y uno de los principales proponentes de la “guerra contra el terrorismo” que sólo sirvió para invadir paises que nisiquiera tenían algo que ver con la ubicación geográfica de Osama Bin Laden.
A Wolfowitz lo corrieron como presidente de Banco Mundial (BM), puesto al que llegó tras ser postulado por Bush, por haber hecho que le pagaran más dinero a una empleada llamada Saha Ali Riza, quien era empleada del BM... y amante de Worlfowitz.
Pensé: “¿Se dan cuenta estos fulanos de la responsabilidad del cargo que tienen y no lo pueden estar usando para beneficio de sus propias calenturas?”
Se podrá alegar que estos asuntos de índole sexual son parte de la vida privada de los señores del dinero. Difiero. Creo que alguien propenso al auto-beneficio en un cargo del cual dependen los destinos de millones de personas es algo muy grave.
No estoy sugiriendo que las figuras públicas deben ser célibes, o sexualmente conservadores. Por mi que sean swingers. Mientras los políticos sean abiertamente más liberales en lo que al sexo se refiere, mejor para la sociedad. Pero una cosa es ser swinger y tener sexo con parejas distintas con consentimiento, que atacar sexualmente a una empleada de un hotel o usar el cargo en un banco para beneficiar a una amante. Le aplaudo a los que no le temen a ser abiertamente sexualmente liberales. Lo que no está bien es la hipocresía y el abuso.
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PD: En el documental Inside Job, sobre la crisis financiera de 2008, se revela con lujo de detalle los casos de ejecutivos de Wall Street que pagaban por prostitución y luego entregaban lo facturaban de manera ilegal como “asesoría.” Un psicoanalista que se dedica a atender a ejecutivos de Wall Street aparece en el documental revelando que sus clientes, además, usan cocaína con regularidad. El director del documental explicó que la razón por la cual incuyó esa sección fue para darle contexto al tipo de personalidad que se encuentra manejando los destinos del principal centro financiero del mundo... y que llevó a la crisis económica de 2008
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