En abril pasado el grupo trasnacional Eurasia rechazó que el PAN pudiera aprobar una segunda reforma energética que permita mayor privatización en Pemex debido a que, estando cerca las elecciones presidenciales, el PRI no la iba a aprobar y además la propuesta le daría un impulso político a Andrés Manuel López Obrador.
Eurasia señaló que la propuesta del PAN era un mero posicionamiento político con miras a 2012 pero sin posibildad de que pasara.
Eso fue lo que pasó en la entrevista de Bloomberg a Felipe Calderón. Nervioso por haber admitido momentos antes que estaba actuando contra Carlos Slim, y con su accidentado inglés, Calderón se soltó diciendo burradas sobre Pemex, incluyendo la sugerencia de que quería promover otra reforma energética para vender acciones de Pemex. Pero no quiso dar una fecha específica para presentarla y dijo que dependería del clima político.
Lo dijo a sabiendas de que no iba a pasar y para quedar bien con Bloomberg, agencia de noticias que leen en el mundo de las finanzas en Wall Street. Se trató de un baje de chones financiero para posicionarse hacia 2012. Una promesa que sabía que no podía cumplir pero que pensó que le generaría simpatías con las trasnacionales.
Pero en México le tomaron la palabra y de inmediato empezó la grilla tanto en los medios como en la clase política. Volaron acusaciones de entreguismo, etc. Y que en el fondo son ciertas. Calderón sí quiere privatizar Pemex como pago de facturas a los que apoyaron su fraude en 2006. Pero no va a poder. A casi un año de las elecciones presidenciales, el PRI tendría que ser suicida para aprobar tal cosa.
Fue por eso que ayer en la comisión permanente del Congreso, el PRI propuso que se citara al secretario de energía, José Antonio Meade, para que explicara la reforma energética que anunció Calderón. Obviamente para meter en aprietos al PAN estando próximas las elecciones en el Edomex.
Y por eso el PAN intentó impedir que le preguntaran a Meade sobre la reforma. Porque sabían que el costo político de promover la privatización de Pemex arruinaría al PAN, ya que los mexicanos rechazan la privatización.
Es decir, por querer bajarse los chones con Wall Street, ahora Calderón tiene un problema político que no se lo va a quitar de encima de aquí a 2012.
Por eso mejor AMLO 2012.
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PD: Hasta en los pinos tuvieron que hacerle al spin doctor para tratar de matizar el baje de chones de Calderón. Obvio. El PAN sabe que la privatizació de Pemex es rechazada por la mayoría de los mexicanos.
PD2: También en el congreso el PAN tuvo que hacerle al spin doctor, diciendo que no habrá segunda reforma privatizadora de Pemex y, con otras palabras, que hubo confusión porque a lo que Calderón se refería era a los bonos ciudadanos. Mintieron. Calderón sí dijo que buscaba cambiar la ley para que Pemex pudiera vender acciones y sí dijo que buscaría una segunda reforma energética antes de diciembre de 2012. El PAN quiere privatizar, y se lo dicen a Wall Street para que los apoyen, pero saben que en México privatizar Pemex le traería un enorme costo político que les costaría las elecciones en Edomex (donde ya son tercer lugar en preferencias electorales) y en las presidenciales de 2012 (donde también están en tercer lugar.)
PD3: Que los llamados bonos ciudadanos de Pemex “probablemente” se empezarían a vender en septiembre, dice el PAN. Es decir, más deuda para Pemex cortesía del PRIAN. Pero de eso hablaremos en la columna de mañana.
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