miércoles, 4 de mayo de 2011

La venganza no es justicia POLIMNIA ROMANA

Hay que redimir a los hombres de la venganza. Nadie tiene derecho de vengar en los demás lo que otros hicieron con él. Nuestra sed de venganza es una cadena infinita de humillados y ofendidos, que buscan humillar y ofender a los demás y liberarse de las humillaciones y las ofensas anteriores con otras todavía más atroces”.
- Nietzsch.


Después del anuncio que hizo Barack Obama del asesinato de Osama Bin Laden a manos de las fuerzas norteamericanas, el director de la CIA, Leon Panetta, advirtió que los “terroristas” intentarán casi con seguridad vengar la muerte del líder de Al Qaerda, por lo que Estados Unidos debe mantener una alerta en sus embajadas y representaciones diplomáticas en el mundo, lo mismo que dentro de su territorio, especialmente, en las zonas más conflictivas.
También la Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, advirtió que pueden existir ataques en represalia al asesinato de Bin Laden y dijo que la Secretaría a su cargo seguirá RESPONDIENDO ADECUADAMENTE para proteger al pueblo estadounidense de una situación de amenaza.
¿Qué significará para Estados Unidos RESPONDER ADECUADAMENTE?
De ninguna manera podemos considerar que la venganza sea parte de la justicia. Como dijo Nietzach, la sed de venganza se convierte en una cadena infinita de humillados y ofendidos.
Los ciudadanos norteamericanos tendrán que vivir ahora en un estado de alerta permanente debido a que su país ha llevado a cabo una terrible venganza.
Con un Presidente que ostenta el Premio Nobel de la Paz, Estados Unidos no pudo seguir el camino de la justicia sino el de la venganza. Y no es que uno trate de salir en defensa de un personaje como Osama Bin Laden, sino más bien de hacer una profunda reflexión sobre la ausencia del Derecho y la Justicia, conceptos que deberían adoptar las naciones y los hombres de Estado para detener la barbarie en la que vivimos y procurar el restablecimiento de la paz en el mundo.
Aunque Osama Bin Laden representara un peligro para los Estados Unidos, no sólo por los actos terroristas sino por la información que poseía sobre las conexiones de la CIA, los suministros de dinero y armamento de la Casa Blanca, las operaciones ilegales montadas por Washington, los oscuros negocios de su familia con el petróleo estadounidense y, muy especialmente, con la familia Bush, no debió ser asesinado sino capturado y llevado a un juicio.
Pero el hubiera no existe, según datos oficiales está muerto y su cuerpo en las profundidades del mar.
Felipe Calderón, en otra de sus ocurrencias, felicitó a Barack Obama por el operativo que llevó al abatimiento, no dijo asesinato, del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, y resaltó el valor de esa acción para liberar al mundo del flagelo del terrorismo que es una amenaza para la paz.
Lo cierto es que no hay peor amenaza para la paz que sustituir la justicia por la venganza.

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