La reunión que sostuvo Andrés Manuel López Obrador con importantes académicos y el doctor Juan Ramón de la Fuente, ex rector de nuestra máxima casa de estudios, es importante para todos los mexicanos porque toca uno de los temas medulares para lograr la transformación del país.
El abandono de la educación por parte del Estado ha sido el generador de casi todos los males que padecemos en la actualidad. Poner como prioridad en la agenda nacional la educación de las nuevas generaciones no se había visto en muchísimos años, por eso resulta tan importante el Proyecto Educativo que se está elaborando bajo la coordinación del doctor Juan Ramón de la Fuente.
Los primeros puntos que abordará dicho Proyecto parten de un diagnóstico de la realidad y buscan objetivos específicos, olvidados o minimizados por los gobiernos que hemos padecido.
1o. Revisar a fondo el modelo pedagógico imperante, a fin de construir un nuevo esquema para el proceso de enseñanza-aprendizaje que incorpore los avances pedagógicos y tecnológicos para alcanzar la EDUCACIÓN INTEGRAL. El nuevo modelo deberá incluir aspectos éticos que propicien la convivencia, la tolerancia, el respeto y la concordia; que estimulen la creatividad, el esfuerzo, la disciplina y el trabajo en grupo, con conciencia y pertinencia del entorno social, dentro del espíritu laico que marca la Constitución. (Esto es: formar individuos más que adiestrarlos para el trabajo, propiciando el desarrollo de sus capacidades, de su creatividad y de su toma de conciencia)
2o. Capacitar a los educadores en el nuevo modelo, mediante ESTÍMULOS que reconozcan el esfuerzo de superación y el impulso innovador que habrá de requerirse a distintos niveles. La PARTICIPACIÓN ACTIVA y comprometida de los educadores es imprescindible en la implantación del nuevo modelo pedagógico; pero éste debe separarse claramente de la lógica sindical y de los derechos laborales del magisterio. (Esto es: sumar a los maestros a la tarea educativa en vez de descalificarlos, amenazarlos y suprimirles sus derechos laborales)
3o. Dotar a todas las escuelas del país de la INFRAESTRUCTURA NECESARIA, incluidos mobiliario, sanidad, espacios para la recreación y el deporte y equipo de computación. Generar el nuevo modelo de la planta física que requieren las escuelas y hacer efectiva la implantación de los Consejos de Participación Social en cada una. (Esto es: ofrecer espacios dignos a alumnos y maestros, y proporcionar herramientas adecuadas y modernas)
4o. Revisar y reformar el marco jurídico vigente, para el CABAL DESLINDE de atribuciones y responsabilidades de los distintos órdenes de gobierno, en el contexto del federalismo educativo. (Esto es: definir las obligaciones de funcionarios y autoridades educativas para evitar el caos por el incumplimiento de sus responsabilidades, como ocurre en la actualidad)
5o. Iniciar de inmediato los programas para ABATIR LOS REZAGOS más urgentes, a saber: Alfabetización de los cinco millones de mexicanos y programas de educación abierta y a distancia para que aquellas personas que dejaron inconclusos sus estudios puedan reanudarlos. (Esto es: cumplir el mandato Constitucional de brindar educación a todos)
6o. AMPLIAR LA COBERTURA en la educación media superior y superior, utilizando al máximo la infraestructura disponible, las modernas tecnologías de la información y la comunicación que fortalecen la enseñanza de calidad; así como un vigoroso programa de formación de docentes y CREACIÓN DE NUEVAS PLAZAS y espacios educativos. (Esto es: una educación media y superior de calidad para todos los jóvenes, y formar maestros en vez de extinguirlos)
Sólo una visión de este tipo puede romper con los vicios, la ineptitud, el burocratismo, el autoritarismo, la corrupción, la irracionalidad y la irresponsabilidad con las que se ha venido manejando en las últimas décadas el sistema educativo nacional.
Apostarle a la educación es la mejor apuesta que podemos hacer para lograr el cambio que México necesita.
Apostarle a la educación es transitar de la barbarie a la civilidad.
Apostarle a la educación es empezar a detener el baño de sangre y el sufrimiento de un pueblo que merece trabajar y vivir en paz.
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