viernes, 23 de marzo de 2012

TRASCENDIO



:Que la recaudación de fondos entre los grupos empresariales para la visita del papa Benedicto XVI se volvió un problema, porque la Conferencia del Episcopado Mexicano no creó desde el inicio un fideicomiso para que las aportaciones fueran deducibles.

Al menos 30 empresarios se habían apuntado para donar recursos para la fabricación de la silla papal, hasta que se enteraron de que… no habría comprobantes.

Por esta razón, algunos prefirieron aportar en especie, como Lorenzo Servitje, de Bimbo, quien donará 150 mil sándwiches para quienes formarán las vallas durante los recorridos y las actividades públicas del Papa.

:Que, a diferencia de los viajes de Juan Pablo II a México, en el grupo de 24 personas que acompaña desde el Vaticano a Benedicto XVI sólo habrá un mexicano, el cardenal emérito Javier Lozano Barragán.

El resto de la jerarquía católica recibirá al Papa en el aeropuerto de Silao, Guanajuato, a las 16:30 horas, junto con el presidente Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala.

:Que Benedicto XVI no sólo no tendrá tiempo para atender a las víctimas de la violencia en México, sino que tampoco se encontrará en Cuba con el grupo de las Damas de Blanco, que pacíficamente protestan desde hace años contra los abusos del gobierno de Fidel y Raúl Castro.

Las Damas de Blanco le pedían al Papa “un minutito, nada más”. Pero la agenda de Ratzinger está completa.

Eso es corrección política.

:Que, ahora sí, los senadores parecen decididos a interponer recursos legales para fincar responsabilidades a Grupo Indi, la constructora de la nueva sede de Reforma e Insurgentes, por las múltiples fallas que ha presentado el edificio a poco más de un año de haber entrado en funciones: caída de puertas, elevadores ineficientes, problemas de drenaje y goteras.

Lo que colmó la indignación de los senadores fue la falla en la alarma de emergencia, que no se activó durante el sismo del martes, porque Grupo Indi ¡la dejó desconectada!

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