Si Hillary Clinton hubiera querido felicitar a Enrique Peña Nieto lo hubiera hecho desde hace más de tres semanas. Pero todo ese tiempo no dijo nada. Ni cuando Barack Obama llamó a Peña Nieto para felicitarlo.
¿Qué sentido tenía que lo llamara ayer entonces? Ninguno. EXCEPTO por un detalle: un día antes representantes del PRD y del PT participaron en un evento para reconocer y apoyar a Hugo Chávez. Y la postura de Estados Unidos hacia Hugo Chávez ha sido de rechazo.
Así que la llamada de Clinton a Peña Nieto huele más a represalia del Departamento de Estado contra la izquierda mexicana por acercarse con Chávez, que auténtico interés en reconocer a Peña Nieto.
Lo primero que van a decir muchos en la izquierda en México por ese detalle es que Hillary Clinton está teniendo una actitud injerencista, y que se está queriendo meter en los asuntos de México. Pues sí, nadás que la izquierda mexicana, al ir a meterse en las elecciones de Venezuela -puesto que también apoyaron que Chávez se reeligiera- también incurrieron en una actitud injerencista.
No lo digo en mal plan. Simplemente me parece que Andrés Manuel López Obrador tiene mucha razón al señalar que la mejor política exterior es la política interior, y por lo tanto si la izquierda va y se mete en los asuntos de otro país, ¿cómo va a tener autoridad moral par quejarse del injerencismo de Estados Unidos en México?
Supongo que habrá quien diga que Lula también está apoyando a Chávez, y que a Lula lo ven como el ejemplo de la izquierda "moderna" hasta en el PAN. Pero, la verdad, eso no justifica el asunto. Ni México ni Brasil se deben meter en los asuntos de Venezuela, ni Estados Unidos se debe meter en los asuntos de México.
La máxima de Benito Juárez pues: el respeto al derecho ajeno es la paz.
Por cierto: según un comunicado del PRI, fue Peña Nieto quien le dijo a Clinton que impulsaría una reforma energética. Es decir, suena como a que Peña Nieto se le cuadró a Clinton con un "sí, jefita, como diga asté."
Y es que, para qué nos hacemos, la llamada de Clinton, luego del apoyo de la izquierda a Chávez, en realidad lo que quiere decir es que ve a Peña Nieto como un simple peón usable a conveniencia.
Lo lamentable del caso, es que lo primero que le dijo Peña Nieto a Clinton es que sí piensa rematar el patrimonio nacional con privatizaciones del sector energético.
¿No que muy machito?
PD: Más tarado todavía: La administración de Barack Obama tiene como objetivo principal el desarrollo de energías limpias para no depender del petróleo internacional. Ofrecerles Pemex a la primera, es realmente una estupidez que sólo demuestra servilismo y miedo.
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