El Nuevo PRI: la iniciativa de Chuayffet
Antes de conocer la propuesta educativa elaborada por nuestra máxima casa de estudios, el Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados una iniciativa para reformar el artículo tercero constitucional, como parte del llamado Pacto por México que suscribió hace una semana con los dirigentes del PRI, del PAN y del PRD.
Peña Nieto aseguró que la iniciativa enviada busca elevar sustancialmente los estándares internacionales de cobertura y calidad educativa. Y el "nuevo" secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, dijo que la iniciativa permitirá recuperar la rectoría del Estado en materia educativa, sin explicar cómo y cuándo se perdió o en manos de quién quedó. Lo dijo obviamente en ausencia de la líder perpetua del Magisterio, vieja amiga de Chuayffet, lo de vieja no es en sentido despectivo sino que dejó de ser su amiga hace tiermpo, y aclaró que la reforma "respetará plenamente" los derechos individuales y colectivos de los docentes y le dará "autonomía" de gestión a los plantes escolares.
De entrada se oye re bonito todo esto pero falta ver, como en el caso de los programas sociales a los que se les destinó un pírrico presupuesto, cuánto está dispuesto a invertir en educación el "nuevo" gobierno.
Lo que resulta extraño es que se envíe al Congreso una iniciativa que de seguro no han leído ni el presidente ni las fuerzas políticas firmantes del Pacto.
Resulta curioso, por no decir ausente de coordinación, que el mismo día de ayer la UNAM haya presentado una propuesta para abatir el déficit y superar las deficiencias del sistema educativo nacional, y que contiene además de un diagnóstico serio de la situación que guarda la educación a escala nacional (desde la básica hasta el posgrado), diez planteamientos transexenales para transformar y mejorar la formación académica en el país.
El análisis de la UNAM se tituta: "Transformar el sistema de educación nacional. Diez propuestas para 10 años", y revisa temas como el analfabetismo, el rezago educativo, el financiamiento, la política educativa, la cobertura en educación media superior y superior, la cultura, la formación integral, la relevancia del servicio social y la organización del sistema educativo nacional, entre otros.
Desde mi punto de vista, Peña Nieto no debió adelantarse a presentar una iniciativa, que no sabemos quién elaboró, sin haber leído por lo menos el planteamiento hecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ojalá que en el Congreso sí se tomen la molestia de revisar la propuesta de la UNAM en materia educativa antes de avalar la iniciativa del "nuevo" PRI, que tanto contribuyó al estancamiento y deterioro de muestro sistema educativo nacional.
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