martes, 22 de septiembre de 2009

El negocio de la influenza

Un par de semanas después del brote de A H1N1, un directivo de una farmacéutica transnacional que tiene oficinas en México llegó junto con su esposa a pasar un fin de semana romántico en las playas que hacen colindar a Jalisco y Colima.

El espléndido y lujoso hotel donde se hospedó, que cobra el cuarto a 10 mil pesos la noche, estaba casi vacío pues el anuncio de la contingencia sanitaria se había traducido en sequía para el sector turístico.

“Venimos a festejar que con el virus nos acaban de hacer una compra gigantesca los del gobierno”, confesó el ejecutivo camino a su bungalow.

Medio año más tarde, ahora que el secretario de Salud, José Ángel Córdova, ha anunciado oficialmente que inició la temida segunda ola de influenza A H1N1 con motivo de la temporada de frío, México está por cerrar contratos para contar con dosis que permitan vacunar a la población en riesgo. Varios laboratorios han anunciado que sus científicos han elaborado la vacuna para este virus, pero cada uno trata de sacar el mayor jugo posible, en medio de la competencia internacional por acumular reservas.

Datos de las negociaciones, a los que este reportero tuvo acceso, revelan que la farmacéutica Sanofi-Aventis, socia del gobierno mexicano en la construcción de un laboratorio que en dos años permitirá la producción de la vacuna en México, está vendiendo cada dosis en 4.25 euros, Glaxo en 4.50, y el régimen de China en 4.10 euros.

Con las dos primeras está prácticamente cerrado el trato para que lleguen las primeras remesas a finales de octubre. La decisión apunta a que no se adquiera el antídoto chino, pues buena parte de la comunidad científica duda de su eficacia por la mala fama que tiene la producción de ese país. Por cierto, en la Secretaría de Salud se quejan de que hay farmacéuticas como Novartis que le piden hasta 7.50 euros.

Mientras tanto, día con día, la Organización Mundial de la Salud difunde con regularidad sus cifras de casos comprobados y víctimas mortales de la influenza A H1N1 país por país. Es una mentira consensuada a nivel internacional: la propia OMS ordenó a sus afiliados sólo tomar muestras de una tercera parte de los posibles infectados, bajo el argumento de que realizar la prueba es muy caro (mil 500 pesos cada una) y que la medicina Tamiflu funciona muy bien para curar, por lo que debe suministrarse a quien presente clínicamente los síntomas.

Por eso, el secretario Córdova Villalobos reconoció ya que la realidad de la influenza A H1N1 es, cuando menos, tres veces más grave de lo que reportan las cifras oficiales.

SACIAMORBOS

¿Y ahora qué? ¿El loco asesino del Metro es un montaje para cubrir que Ebrard no puede con la bronca de la basura?

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