Zavaleta dice adiós al PRD en acto de Calderón
LA REDACCIóN
MÉXICO, DF, 25 de noviembre (apro).- Al anunciar su separación del PRD, la exdiputada federal Ruth Zavaleta alegó que esa fuerza política "no conduce a la construcción de la izquierda que requiere el país".
Pese a que argumentó que su salida no tenía que ver por carecer de un cargo en el partido o una candidatura, ella misma había manifestado sus aspiraciones por llegar a gobernar su estado natal, Guerrero.
En una carta enviada al líder nacional del PRD, Jesús Ortega, la expresidenta de la mesa directiva en la LX Legislatura expuso seis aspectos que no favorecen al partido, lo que a su vez ha provocado que éste disminuya sus cifras en la competencia electoral.
Zavaleta, quien anunció su renuncia al PRD en un acto encabezado por el presidente Felipe Calderón, consideró que su ahora expartido no ha creado una estructura regional para competir y mantener la presencia en ese ámbito.
Otro aspecto negativo, abundó, es la carencia de mecanismos para dirimir las controversias internas, y que la estrategia electoral sea impotente ante retos como el bajo porcentaje de ciudadanos que se identifican con el partido.
"La discusión sustancial –agregó Zavaleta-- se pretende disfrazar como traición al pueblo y al partido. Se niega la posibilidad de los acuerdos, satanizando y descalificando a quienes los impulsen, y con
ello se pierden oportunidades para participar".
Recordó que en 2006, cuando surgieron propuestas de reformas importantes como la energética, fiscal, judicial, electoral y "la gran reforma que integra al municipio al pacto federal, el PRD no pudo integrarse plenamente a la búsqueda de acuerdos", no obstante que contaba con la mayor bancada en su historia en la Cámara de Diputados.
Ruth Zavaleta aseguró que por ello los ciudadanos se van alejando del PRD "y no ven en nosotros una opción de gobierno ni una propuesta confiable".
Esa situación, acusó, "permitió que el PRI fortaleciera sus negociaciones con el PAN en todos los términos".
Para la hoy experredista "la concepción de la nueva izquierda por la que luchamos al interior del PRD fue desplazada por la de seguir dependiendo del candidato en turno".
Incluso dijo que se trastocó "el diálogo por la estridencia y se ha privilegiado la descalificación y la agresión al razonamiento y la solidaridad".
El país ardía, el 1 de septiembre de 2007. La herida de 2006 estaba llena de pus. Ruth Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados, abandonó el pleno del Congreso y, engallada, se negó a recibir el primer Informe de Felipe Calderón. Dijo: “Comprendan que soy una mujer de convicciones y principios, promotora de procesos electorales democráticos, transparentes, equitativos y de respeto al voto. […] No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos”. Su mensaje no fue público porque, recordará, Gobernación lo censuró, provocando la solidaridad de todos los partidos a favor de Zavaleta. A finales de septiembre de 2007, sin embargo, la perredista inició un notable cambio. El día 18 reconoció a Calderón como presidente. El 24 fue la nota: de la mano de Margarita Zavala participó en un evento contra las adicciones. Al mismo tiempo que Zavaleta empezó a mostrarse agresiva contra Andrés Manuel López Obrador, reforzó sus vínculos con el gobierno federal. Hoy es, por decir, uña y carne con Ernesto Cordero, titular de la Sedesol. Pronto, nos dicen, concluirá su cambio de piel: presentó su renuncia al PRD. Si todo marcha como lo ha planeado, se va al gobierno federal en cuerpo y chamba. En sus planes está entregar además el alma: se nos jura, aunque ella lo niega, que aceptó ingresar al PAN. Allá, arriba, la quieren para reforzar el PAN-DF: recordemos que fue delegada. Y en 2011, la candidatura por Guerrero. Rápida transformación, la de Zavaleta. En tres años se compró nuevas convicciones y principios.
A propósito: los principales portales de noticias de México (incluso los internacionales) casi ignoraron ayer el gran evento de Sedesol. En alguna hora del día, alguno subió una nota no muy destacada, con ideas planteadas en este encuentro contra o sobre la pobreza. No pasó a mayores. Hubo empresarios, estuvo el presidente Calderón y se planteó, este evento, como el inicio de una gran acción federal a favor de los que menos tienen. El nombre lo dice todo: Primer Encuentro por un México sin Pobreza, Juntos Podemos Superarla. En los partidos políticos —nos dicen en PRI y PRD— no habrá mucho eco a esta iniciativa. No la ven saludable. Ernesto Cordero es presidenciable y parece que es la apuesta más seria del panismo del sexenio. Lo sintieron como si le hubieran instalado un espectáculo. La frase del Presidente parece buscar que no se interprete así: “Invito […] para que sin divisiones o intereses o cálculos políticos, nos atrevamos a analizar y a decir cuáles son las políticas y las acciones que...”, etcétera. Parece que no pegó.
Apunte final: La Auditoría Superior de la Federación celebrará este viernes el 185 aniversario de la fiscalización en México. Lo encabeza Arturo González de Aragón, quien deja la oficina el 31 de diciembre. Será una especie de predespedida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario