25 de Noviembre, 2009
Soy hija de un trabajador jubilado de la CFE y de alguna manera tuve puesta la camiseta igual que mi papá. Conocí gente honrada y muy capaz que se entregaba al trabajo por la satisfacción del deber cumplido.
Qué tristeza saber que las cosas han cambiado tanto en la institución con Alfredo Elías Ayub al frente, quien ha permitido trasladar al sector privado 50 por ciento de la producción de electricidad y no sólo eso sino que bajo sus barbas se cometan actos de corrupción.
Seguramente por esa razón Calderón le entregó a Elías Ayub el 11 de este mes, día de la gran movilización en apoyo al SME, el Premio Nacional de Ingeniería Civil 2009.
La CFE ha contado con grandes ingenieros que sin recibir premios realizaron proyectos importantísimos para el país, como Manuel Moreno Torres creador del proyecto hidroeléctrico de Chicoasen.
Definitivamente las cosas han cambiado mucho en perjuicio de los mexicanos y a favor de las transnacionales que, valiéndose de funcionarios corruptos, se han apoderado poco a poco de los bienes de la nación. Los trabajadores mexicanos tienen la capacidad suficiente para realizar proyectos ambiciosos, precisamente como la presa de Chicoasen donde por fortuna viví una parte de mi infancia. Recuerdo vagamente a esos trabajadores bajo los rayos intensos del sol o en los túneles levantando escombros de las explosiones, a más de 40º, contentos de tener un salario justo para llevarlo a sus familias, felices al ver la cortina terminada y las turbinas generando la energía que llegaría hasta la ciudad de México. En esos lugares que recorrí ahora acompañando en sus giras a Andrés Manuel López Obrador, todo es desolación y tristeza.
Con qué autoridad moral se atreve la CFE a descalificar a los electricistas que fueron echados a la calle por Calderón en complicidad con el Premio Nacional de Ingeniería, o más bien el Premio Nacional a la Corrupción.
Lamentablemente esto ocurre en todas las dependencias de gobierno.
Qué pena pero también qué ganas de seguir luchando por un cambio verdadero en el país.
Es muy justo que los electricistas sigan defendiendo sus derechos laborales y que la gente los apoye como hasta ahora. No podemos permitir que la CFE se preste a la maniobra del gobierno para entregar la generación de energía eléctrica a empresas extranjeras, como lo ha venido haciendo Alfredo Elías Ayub.
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