A voz de cuello, a quien quisiera escucharlo, el ex procurador Eduardo Medina Mora, hoy flamante embajador mexicano en Londres, se encargó de construir una versión propia sobre su salida del gabinete calderonista: “Me corrieron porque no quise ir en contra de más priístas antes de las elecciones de julio”, les dijo el propio ex funcionario a varios gobernadores del PRI que le compraron la versión.
Con ello, el ex procurador no sólo aseguraba una salida digna del gabinete, sino que garantizaba que los senadores del PRI le aprobaran, tal como hicieron hace unas semanas, su nombramiento como embajador en la codiciada embajada del Reino Unido que es, a decir de diplomáticos o políticos que han estado en esa representación diplomática, casi un “exilio dorado”.
De paso, la versión también echaba por tierra la lectura que muchos analistas dieron a la remoción de Medina Mora: que en el eterno pleito que sostuvo con su ex pupilo Genaro García Luna, y que fue motivo de escándalos privados y público —por la pugna de poder y de visiones opuestas sobre el combate al narcotráfico— entre los dos funcionarios, finalmente se había impuesto el secretario de Seguridad Pública y había perdido el ex procurador.
El problema es que en Los Pinos no validan la versión que se encargó de difundir Medina Mora. Allá sostienen que no hubo tales presiones al ex procurador para que dejara el cargo y menos para que persiguiera a priístas antes de los comicios; fue simplemente, afirman, una decisión del Presidente que se había venido posponiendo y que tenía que ver con la desgastada relación que había entre el procurador y el mandatario.
Como sea, parece que en las cúpulas priístas compraron la versión de Medina Mora, y que eso le ayudó para obtener la embajada desde la cual tendrá no sólo la protección que exige el cargo que ocupó, sino una vida tranquila en el dorado mundo de la diplomacia, muy lejos de la violencia, del narco y de la corrupción que sigue sosteniendo la millonaria industria de las drogas.
NOTAS INDISCRETAS… Justo en momentos en que el PRD acaba de declarar inaugurada su carrera por la sucesión presidencial, tras el lanzamiento público de Andrés Manuel López Obrador de su proyecto para el 2012, y cuando el PRI dejó muy claro en la reciente discusión presupuestal que sus gallos para la Presidencia son Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes, el presidente Felipe Calderón lanza hoy, junto a su secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, un nuevo plan para combate a la pobreza que ha crecido en su gobierno. Planes contra la pobreza ha habido muchos y muy pocos resultados; a reserva de conocer lo que hoy se dé a conocer, está claro que junto con el nuevo plan, se presenta a un precandidato del PAN a la grande, ¿primero en tiempo primero en el ánimo presidencial?... Los dados se baten. Doble escalera.
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