Polimnia Romana
24 de Noviembre, 2009
El domingo fue un día muy importante para los mexicanos, para los que formamos parte del Movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador y también para los que sin participar en los actos y acciones del Movimiento han sufrido las consecuencias de la imposición de un gobierno ilegítimo, inepto y corrupto.
En su discurso, Andrés Manuel dio cifras reales de lo que nos cuestan los bienes y servicios en este país. Por ejemplo: aquí pagamos por el cemento gris 146 por ciento más que los estadunidenses; 17 por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por ciento más por llamadas de larga distancia nacional; 256 por ciento más por electricidad residencial de alto consumo; 52 por ciento más por electricidad de alta tensión; 185 por ciento más por la tarjeta de crédito; 309 por ciento más por televisión por cable; 145 por ciento más por Internet de banda ancha; 176 por ciento más por crédito a la vivienda. Y todo ello, a pesar de que el salario mínimo en México es nueve veces menor que en estados Unidos.
Ante esta situación es indispensable reflexionar sobre el destino que nos espera si las cosas no cambian. Ya no se trata sólo de creer o no en las mentiras que el gobierno federal divulga a través de los medios de comunicación, sino de constatar que perdimos el valor adquisitivo y que el dinero, fruto del trabajo, de los que aún tienen trabajo, ya no alcanza para cubrir ni lo elemental.
No es justo que por la avaricia de unos cuantos el resto de los mexicanos no puedan ofrecer a su familia el mínimo de bienestar.
La tarea es enorme porque tenemos que enfrentar enemigos muy poderosos, que por el momento tienen es sus manos las decisiones políticas. Sin embrago, no es imposible revertir las cosas y arrebatarles por la vía electoral el mando al frente de las instituciones.
Andrés Manuel López Obrador ha hecho una gran labor de conscientización por todo el territorio durante estos tres años de resistencia, nos toca ahora a nosotros colaborar y volvernos promotores directos del cambio.
Cada uno desde su espacio puede informar a sus vecinos, compañeros de trabajo, familiares y amigos lo que realmente ocurre, y empezar a promover desde ahora el voto a favor del nuevo Proyecto Alternativo de Nación.
No esperemos que transcurran 2 años más de enajenación y engaños.
Compartamos con los demás las experiencias que nos han enriquecido en estos tres años de resistencia y motivémoslos a que formen parte del cambio.
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