martes, 12 de enero de 2010

Abrir los ojos -- Polimnia Romana

Para lograr el cambio pacífico al que se refiere Andrés Manuel López Obrador, y que le urge al país, es indispensable que la población en su conjunto descubra el origen de los males que padecemos y, no sólo eso sino que al mismo tiempo participe activamente en los mecanismos que pueden llevarnos a la transformación. Por eso la insistencia de políticos, funcionarios y gobernantes de derecha en mantener una venda en los ojos de los ciudadanos que, si bien están sufriendo en carne propia los efectos de la descomposición, no alcanzan a reconocer que son los grandes empresarios y la clase política podrida los verdaderos responsables de la falta de crecimiento económico y del empobrecimiento de la población.

Refiriéndose al tema, Don Pablo González Casanova expresó que un cambio social y político era inevitable. Lo que tenemos que preguntarnos es de qué manera se llevará a cabo. Si bien los medios de comunicación al servicio de la derecha persisten en descalificar las acciones de la resistencia pacífica que encabeza López Obrador, a estas alturas no pueden negar que esas acciones han servido de contención a respuestas violentas, por la desesperación de la gente ante la situación crítica, no sólo económica sino de seguridad y de respeto a sus garantías individuales.

El pueblo de México no es violento, la ignorancia ha servido para mantenerlo apaciguado pero nadie puede asegurar que se mantenga sin respuesta ante las agresiones que recibe del gobierno. Un padre desesperado, una madre herida, un joven menospreciado o un trabajador despedido injustamente podrían hacerse justicia por su propia mano. Cerrarle los ojos a la realidad no les evita el dolor ni el sufrimiento. Lo ideal, lo deseable, es que la gente identifique el origen de sus males y tenga a la mano una solución no violenta.

Se trata entonces de conscientizar al pueblo para que cambie de actitud y decida poner su granito de arena. Si lo que ha hecho hasta la fecha, con los ojos cerrados, no ha dado ningún resultado positivo tendrá que elegir otro camino con los ojos abiertos al futuro.

Mantenernos apáticos a la política ha permitido la entronización de hombres deshonestos, insensibles, ineptos y corruptos. Por eso hay que lograr el cambio mediante una elección deliberada en las urnas. Y no sólo eso sino cuidar nuestros votos y luchar porque se respete la democracia en cada rincón del territorio.

Deslizar la venda de los ojos de cada mexicano es la gran tarea del Movimiento Nacional que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

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