sábado, 20 de febrero de 2010

Alianzas: los costos para el PAN Serpientes y Escaleras


El gesto de Gómez Mont que desató la ira de los panistas y la molestia de Los Pinos, fue recibido con complacencia por los priístas, particularmente por los que negociaron con él aumentar el IVA a cambio de que no hubiera alianzas del PAN con el PRD, particularmente en Oaxaca y el Estado de México

En el fondo el rompimiento de Gómez Mont fue la expresión de una fuerte pugna que se vive aún al interior del PAN por las alianzas.

“El único panista que tiene palabra, el único confiable para negociar porque cumple los acuerdos, se llama Diego Fernández de Cevallos”, dijo una vez a este columnista Manlio Fabio Beltrones, el poderoso líder del PRI en el Senado. Y de la misma escuela y el grupo de Diego es Fernando Gómez Mont, el secretario de Gobernación que consideró más importante cumplir la palabra que empeñó con los priístas que avalar la línea política de su jefe el presidente Calderón a favor de las alianzas electorales de su partido.

El gesto de Gómez Mont que desató la ira de los panistas y la molestia de Los Pinos, fue recibido con complacencia por los priístas, particularmente por los que negociaron con él aumentar el IVA a cambio de que no hubiera alianzas del PAN con el PRD, particularmente en Oaxaca y el Estado de México.

Las dos cabezas del PRI que hicieron esa negociación fueron Enrique Peña Nieto y Beatriz Paredes, junto con el diputado Francisco Rojas, y los mandatarios de Oaxaca, Ulises Ruiz y de Hidalgo, Miguel Osorio Chong. El tema de fondo para esa negociación, se lo dijimos aquí hace varias semanas, fue el temor de Peña Nieto a una alianza opositora en los comicios mexiquenses de 2011 con un candidato apoyados desde Los Pinos que pudiera ser Luis Felipe Bravo Mena.

En el fondo el rompimiento de Gómez Mont fue la expresión de una fuerte pugna que se vive aún al interior del PAN por las alianzas. Los dos bloques que se formaron en Acción Nacional terminaron por chocar e hicieron crisis en el momento en que Calderón se cargó a favor de uno de ellos: el que encabeza César Nava. En el dilema entre la supervivencia electoral aún a costas de acercarse al PRD y el sacrificio de sus reformas al incumplir su promesa y distanciarse del PRI, el Presidente optó por el primero.

Las consecuencias para el país serán la posposición de las reformas políticas o fiscales si bien nos va hasta el próximo año, y eso con los criterios que defina el PRI. El costo para el PAN es una división que afloró con la renuncia de Gómez Mont pero que continúa ahondándose en otros estados como Sinaloa, donde figuras como el diputado federal Manuel Clouthier Carrillo oponen a la política de alianzas y a la postulación de un priísta como el senador Mario López Valdez.

Tal oposición, que expresó con fuertes críticas a la lucha contra el narcotráfico del presidente Calderón, en las que incluso sugirió que desde el gobierno federal se protege a narcotraficantes sinaloenses como “El Chapo” Guzmán, ya le valieron al hijo de Maquío un fuerte reproche y un linchamiento de sus compañeros de la bancada panista, que incluso le pidieron que deje su diputación, y ayer por la tarde se sumó al linchamiento la dirigencia nacional que encabeza César Nava.


Hoy entra en escena en esa pugna Manuel Espino con un desplegado en los diarios de Sinaloa en la que conmina al panismo local a expresarse sobre la postulación del senador López Valdez por parte del PAN.

Es un hecho pues que las alianzas con el PRD han dividido al panismo. A nivel nacional con la fractura, nada menor de Gómez Mont, que en el fondo revela que sigue la injerencia abierta e ilegal del gobierno federal en los asuntos electorales, además de que, igual que los mandatarios del PRI en 70 años, Felipe Calderón hoy actúa como el jefe de su partido e impone desde Los Pinos “el dedo azul”.

Todavía está por verse en que termina el asunto de Gómez Mont y la política ezquizofrénica del calderonismo que, en privado desata las jaurías políticas y mediáticas contra su secretario de Gobernación, y públicamente lo respalda y dice confiar en su lealtad. En el fondo el Presidente y el PAN quieren reventar al inquilino de Bucareli.

Y a nivel local, también habrá que ver como evolucionan las rupturas panistas en Sinaloa y eventualmente en Veracruz, donde otra alianza, ésta de facto con la maestra Elba Esther Gordillo, ha hecho que Miguel Angel Yunes, ex priísta y panista de muy reciente e interesado cuño, se convierta ya en candidato a la gubernatura.

QUIEREN VOLVER A LA REGENCIA: EBRARD

Sin darle vueltas, Ebrard atajó de inmediato la propuesta del presidente Felipe Calderón para modicar el actual sistema de seguridad pública en el Distrito Federal: “tiene una clara intención política, no aporta nada a la seguridad de la ciudad y más bien propone un retroceso histórico…(Calderón) quiere regresar a la ciudad de México a la época en que era una regencia”.

En entrevista que nos dio al noticiero matutino de El Empujón que se trasmite por Proyecto 40, el jefe de Gobierno incluso mencionó que la iniciativa del Presidente tiene que ver con sus aspiraciones políticas al 2012, “una parte tiene que ver con eso”, dijo, y adelantó que el gobierno capitalino se opondrá a la propuesta que busca quitarle facultades en materia de seguridad para dárselas al gobierno federal.

Marcelo también habló de la defensa jurídica y política que su administración dio en contra de la controversia constitucional que varios estados llevaron a la Corte por las reformas que permiten el matrimonio entre homosexuales en el DF y la adopción de hijos. A unas horas de esa entrevista su defensa se anotó un triunfo con el fallo de la Suprema Corte que desechó “por notoriamente improcedentes” las controversias interpuestas por los gobiernos del Morelos, Sonora, Jalisco, Guanajuato y Tlaxcala, que pedían invalidar en sus estados matrimonios homosexuales o adopciones realizadas en el DF.
Así que Ebrard ya ganó una batalla jurídica, ¿ganará la que ya preparan contra la iniciativa de seguridad de Calderón para el DF?

NOTAS INDISCRETAS…Para ser el encuestador del presidente, Rafael Giménez trae muy mal tino. En las elecciones del año pasado el coordinador de Opinión Pública de la presidencia tuvo varios yerros en sus encuestas electorales. Rafael le dijo al candidato del PAN en Querétaro, Manuel González del Valle, todavía unas semanas antes de la elección de julio del 2009, que era “imposible que perdiera” porque la diferencia de más de 20 puntos al arranque de la campaña le aseguraba el triunfo. Obvio que no fue así. En cambio, a Guillermo Padrés, el candidato panista en Sonora, le comentó todavía quince días antes de la votación que ni se hiciera ilusiones porque “el PRI va a ganar”. Pero el caso más grave en el que falló Giménez Valdés, siempre asesorando de manera extraoficial, fue el de San Luis Potosí. La noche de la elección del 4 de julio, el delegado especial del PAN en ese estado, Cuauhtémoc Cardona, recibió una encuesta de salida enviada por Rafa que le daba entre 3 y 5 puntos de ventaja al candidato panista Alejandro Zapata Perogordo. Según Giménez, el PAN había ganado la elección. Fue con base en esa encuesta que Zapata desconoció los resultado y anunció que iría a los tribunales. Cuando con otras encuestas le mostraron al senador que en realidad había perdido, no le quedó más que echarse para atrás y saber que la encuesta que le había enviado el coordinador de Opinión de la Presidencia estaba errada… Los dados repiten. Escalera.

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