miércoles, 17 de febrero de 2010

Gómez Mont y la deslealtad- A Puerta Cerrada--Marcela Gómez Zalce


César Nava y el tiradero
• Germán Martínez y la maniobra

El valor, mi estimado, sólo es una virtud cuando se deja regir por la prudencia. Enrarecido, contaminado y muy volátil está el ambientito legislativo, donde pegan las peligrosas esquirlas de la granada deschavetada gracias al affaire Gómez Mont y su tan atinada (mecha corta) renuncia a la PANdilla por el sugestivo arreglón bajo la mesa que, peor aún, fue ¡a espaldas! de su emocionado jefecito que no está enca…britado, sino lo que le sigue, sobre todo ahora que empiezan a aflorar los divertidos detallines del pacto con las lacritas tricolores sobre los engendros electorales en Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Estado de México que dinamitó todos los puentes de diálogo con la oposición y en el interior del blanquiazul, donde a César Nava le llega el agua al cuello.

Sin embargo, en esta interesante historia, my friend, hay capítulos que muestran el verdadero rostro de Fernando y su bola de (cuates-socios) intereses que acabaron por colmar el plato atiborrado de Felipe Calderón. Así que corra por un mega drink porque ahí le va… pero por partes. ¿Listo?

Turns out que el buen Gómez Mont no es miembro activo de la PANdilla desde hace casi 20 años. Como debe saber, el partido en el poder (del no poder) hace campañas de, digamos, re-afiliación y si uno no lo hace en automático deja de ser miembro activo (whatever the hell this means). El diablito en este detalle es que sin ser militante y sin pagar cuotas como funcionario lo nombraron consejero nacional, violando la máxima reglamentación del partido. La lindura de este dato, que es importante para los panistas, es que el aún titular de Bucareli no puede acreditar su re-afiliación sin un simpático documento de 1995 firmado por Carlos Castillo Peraza. ¿Me sigue?

La divertida vuelta para hacer a Fernando consejero nacional corrió a cargo de… Germán Martínez, quien lo dio de alta inventándole antigüedad whatever alterando el padrón de miembros blanquiazul lo cual… es otra gravísima violación al vapuleado instituto azul. Dicho esto, la histérica renuncia de Gómez Mont no tiene valor más que como mensaje político… área en la cual ha fracasado estrepitosamente.

Porque ya encarrerados, en el balcón mediático de los pactos para sacar al buey fiscal de la barranca, este inédito affaire ya empinó al PRI que en voz de Francisco Rojas salió a aclarar que siempre sí (somos unos cínicos pasados de lanza) hubo fiesta de antifaces azul-tricolor para asaltar a millones de mexicanos con el IVA, a cambio de bloquear las coaliciones electorales.

¡Chingooón!

Lo atractivo es que este cochinero en el maravilloso ventilador no suma el ánimo suficiente para que Felipe le de flit a Fernando… sólo que el secretario de Gobernación no es la primera vez que se va por la libre. Do I have your full attention now...?

Y en algunos poderosos pasillos comienza a trascender que Fernando & associates tenían en su mira una po$ición en el SAT para colocar a un incondicional afín al simpático despacho y cerrar la pinza para El Jefe Diego, pasándose por salva sea la parte al titular de Hacienda, Ernesto Cordero. Entretenida maniobra que llegó rápido a Los Pinos originando uno de esos notables manotazos presidenciales que arañaron la reputación de Gómez Mont & partners, que ya sienten lo duro y tupido de las consecuencias de andar queriendo hacer travesuras… al margen y sin el Vo.Bo. de Calderón.
El engrudo en Gobernación está hecho bolas, y lo sabe su titular que para documentar la absoluta falta de oficio y prudencia, en sus típicos arrebatos y olvidando la regla de oro de guardar silencio y las formas, ha salido a poner sus puntos sobre las íes en una mezquina estratagema colocando a Felipe en una posición incómoda.

Porque andar (filtrando) coqueteando, a estas alturas del delicado partido, con la frivolidad de que se puede buscar una candidatura presidencial después del tiradero, de la simulación y del encubrimiento de pactos políticos es un descomunal disparate que le tira a temeraria estupidez.

Sin sumarle, of course, el tema de la lealtad.

Ésa que para Felipe Calderón es fundamental. Ésa, my friend, que traicionó Fernando Gómez Mont.
Next!

Por la mirilla

Interesantes los espectaculares de Manuel Espino con la leyenda de Volver a Empezar… el timing no podría ser mejor.

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