sábado, 13 de febrero de 2010

Sería una cobardía dejar de servir al Presidente, dice Gómez Mont((Y SERVIR AL PUEBLO QUE LE PAGA, LE VALE???))


Sostiene que aún es “soldado” de Calderón y defiende la reforma propuesta por Los Pinos
Alumno le reprocha en la UNAM la política en Juárez, contra el pueblo, la universidad y el SME


Fernando Gómez Mont, ayer en el auditorio Héctor Fix Zamudio, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAMFoto Carlos Cisneros
Fabiola Martínez

Periódico La Jornada
Sábado 13 de febrero de 2010, p. 3
El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, aseveró que mantiene comunicación constante con el jefe del Ejecutivo y, a pregunta expresa, aseveró que continúa siendo “soldado del Presidente. No dejo de ser el hombre que era y demócrata de corazón”.

Dos días después de haber abandonado su militancia en el Partido Acción Nacional (PAN), el funcionario dijo que “sería una cobardía renunciar a servir al Presidente y no quedarme en la Secretaría de Gobernación.

“Yo le sirvo al Presidente; él es el Presidente de México y yo le sirvo a su gobierno […]. Yo estoy aquí para servir mientras sirva”, dijo ante las múltiples preguntas de los reporteros acerca de las razones que lo llevaron a salir de su partido y, en especial, de las constantes versiones acerca de su posible salida del gabinete.

En un hecho poco común para un responsable de la política interna, Gómez Mont acudió a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el último que había acudido a la máxima casa de estudios fue Santiago Creel, el 27 de mayo de 2005, en la víspera de dejar su cargo para contender por la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.

A su llegada al Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, para hablar de la reforma política calderonista –en el contexto del seminario La reforma del Estado, un diálogo universitario–, el secretario fue increpado por segundo día consecutivo por personas que le reclamaron la actitud del gobierno federal. El jueves recibió el abucheo y hasta un golpe en Ciudad Juárez y, ayer, un estudiante de la maestría en estudios latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras espetó al funcionario, a menos de un metro de distancia, que no era bien recibido en la UNAM.

“Hay muchos casos que todavía se tienen que resolver, como Atenco y la política que su gobierno está impulsando contra los trabajadores del SME. En la UNAM usted no es bienvenido. Quiero que sepa que hay quienes no estamos de acuerdo con su visita a esta casa de estudios, por la política que su gobierno ha impulsado para la UNAM y por todos los agravios de su gobierno contra el pueblo”, señaló José Arreola, al tiempo que Gómez Mont se limitó a pedir a sus guardias del Estado Mayor Presidencial: “Déjenlo hablar”.

El funcionario siguió su camino; el joven estudiante le reclamó por qué le daba la espalda y aquél, sin detener el paso, sólo expresó: “Yo tengo qué caminar, otros me esperan”.

Reconsideración, imposible

Antes de seguir con la defensa de la reforma política calderonista, ahora ante la comunidad académica del IIJ, el secretario de Gobernación dijo que, en tanto ocupe este puesto, trabajará y buscará sacar adelante “con la mayor confianza posible” los asuntos que le corresponden.
Evitó responder con precisión las preguntas de la prensa, pero la única en la que fue explícito fue la relativa a un eventual regreso a las filas del albiazul. “En las actuales condiciones veo prácticamente imposible una reconsideración, pero, con todo respeto, yo no dejo de ser el hombre que era, que cree en lo que cree, que fue forjado en valores democráticos, en valores de construcción de México.

“Que yo, en estas circunstancias, presente mi renuncia, en nada desdibuja ni he cambiado mi manera de pensar ni voy a dejar de luchar por las mismas causas que creo que México necesita”.

–¿Ahora sí tiene diferencias con el presidente Calderón, por el asunto de las alianzas [electorales entre el PAN y la izquierda]? –se le preguntó.

–El presidente Calderón y yo tenemos una comunicación constante y él y yo manejamos nuestros puntos de vista (sic).

En el seminario organizado por el IIJ hizo referencia a que la iniciativa de reforma política presentada por el jefe del Ejecutivo en diciembre pasado no es, de ninguna forma, la apertura a un nuevo debate, porque desde los años ochenta diversos grupos y personas han trabajado por impulsar cambios en esa materia.

Fue cuando señaló que, si bien algunos promotores del cambio “nos abrieron el paso, hemos estado trabajando en ello y, mientras no nos paren o no nos desplacen, seguiremos en lo nuestro”.

Gómez Mont defendió con ahínco, como lo ha hecho durante las últimas cuatro semanas, el decálogo que integra la pretendida enmienda en cuestión; comentó encuestas, estadísticas para apoyar sus comentarios de la segunda vuelta presidencial, relección de legisladores y alcaldes, así como las candidaturas independientes. “Algunos satanizan [la iniciativa] antes de leerla”, lamentó.

Al final del seminario el funcionario comentó, respecto de quienes lo han increpado, que prefiere los “diálogos respetuosos”. Sin embargo, se mantuvo firme para no revelar los motivos que lo hicieron renunciar al PAN.

–Señor, la falta de información genera especulación...

–Pues especulen. No te voy a andar contando, entonces te dejo especular, ¿no? Cuando yo digo “bajo reserva”, es decir bajo reserva.

–¿O va a ser usted el nuevo “hijo desobediente”? –se le planteó en referencia a la forma en que se expresaban de Calderón cuando rompió con el entonces presidente Vicente Fox.

La respuesta de Gómez Mont sólo fue una ruidosa carcajada.

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