El secretario de la Defensa Nacional, Enrique Galván Galván, lejos de sentirse apenado por el comportamiento de sus soldados en la supuesta lucha contra el crimen organizado, que ha generado un incremento de 500% en quejas por violaciones a los derechos humanos cometidas por la milicia en lo que va del sexenio, solicitó a los diputados integrantes de la Comisión de Defensa Nacional, en virtud de que el Ejército permanecerá en las calles de 5 a 10 años más, blindar jurídicamente la participación militar en el combate a las organizaciones criminales. En pocas palabras pide permiso para matar, una especie de estado de excepción que libere a los soldados de denuncias y juicios cuando ejecuten a civiles que se atraviesen por su camino.
Según los hechos dramáticos que hemos visto, en los que mueren niños, jóvenes, hombres, mujeres y ancianas que no pertenecen al “crimen organizado” sin que se toque a los ejecutores ni con el pétalo de una rosa, la petición resulta innecesaria porque aún sin esa nueva legislación que solicita el secretario de la Defensa Nacional, los soldados están a salvo. Para eso está la Suprema Corte de Justicia de Nación, para convertir el crimen de una anciana en gastritis crónica y formar comisiones que investiguen por años y años las muertes injustas de civiles inocentes.
No hace falta ese permiso para matar, General Galván, ya lo tienen, se los otorgó el Jefe de las Fuerzas Armadas que ni mira ni oye los reclamos de un pueblo adolorido por tanta injusticia, corrupción e impunidad.
Además, cuenta usted con los medios de comunicación al servicio del régimen usurpador que tergiversan la realidad o la omiten para que ustedes sigan haciendo su loable misión de amedrentar al pueblo mientras los capos del crimen desorganizado se siguen devorando al país. Resulta irónico que un día después de conocer la noticia de que dos niños fueron asesinados con balas y granadas de los soldados que usted quiere blindar, salga a declarar que su Ejército seguirá en las calles de 5 a 10 años para salvaguardar el estado de cosas que les permiten confundir al crimen organizado con la disidencia social y la población civil. Hubiera sido un gesto de nobleza y de humanidad que antes de pedir al Congreso licencia para hacer lo que de todas maneras hacen, usted ofreciera unas palabras de condolencia a los padres de los niños que murieron a manos de sus soldados, cuya única culpa fue haber cruzado por un reten militar de esos que nos anuncia permanecerán por lo menos 5 años más atormentando a la población.
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