martes, 13 de abril de 2010

Salvador García Soto --Serpientes y Escaleras



Elecciones bajo fuego
Aunque la violencia del narcotráfico —extendida a todo el territorio nacional y de la que es víctima directa la población civil— afectará a los 12 procesos estatales para elegir gobernador el próximo 4 de julio, tres estados en particular tendrán sus comicios en medio de un escenario literalmente de guerra: Tamaulipas, Sinaloa y Chihuahua.
Balaceras, matanzas, zozobra de la población y candidatos marcados por la sospecha de vínculos y financiamientos del narco, son condiciones bajo las que se darán las elecciones en esas 3 entidades, sin que las nueve restantes estén exentas del fenómeno.

En Tamaulipas, el gobierno federal dejó crecer el enfrentamiento del cártel del Golfo en contra de Los Zetas, con El Chapo Guzmán como aliado del Golfo, con la idea de que se eliminarán entre ellos, pero en los dos meses desde que comenzó la disputa a muerte entre los dos grupos, el resultado es una violencia fuera de control que rebasó al gobernador Eugenio Hernández, quien tuvo que venir a pedir refuerzos federales, mientras la población de su estado, lo mismo de la frontera norte que en el sur tamaulipeco, vive presa del miedo y la confusión.

La guerra entre el Golfo y Los Zetas, en la que el botín es el control de 2 de las fronteras más utilizadas (Reynosa y Nuevo Laredo) para el envío de droga a EU, ha aumentado de intensidad y se libra en todo el territorio del estado, lo mismo que en Nuevo León; es previsible que se traslade también a otros estados como Veracruz y Coahuila, y podría incluso amenazar la seguridad para las votaciones en algunas regiones del estado.
Sinaloa es el estado donde la sombra del narcotráfico sin duda pesa más y marca desde hace décadas los procesos electorales. Los dos principales contendientes, el priísta Jesús Vizcarra y el aliancista Mario López Valdez, han sido señalados por presuntos vínculos con el narcotráfico y, aunque a las dos autoridades federales como el Cisen y la PGR les han extendido cartas de “no investigación”, el tema marca ya los competidos comicios locales.

En Sinaloa también se libra una guerra entre el cártel del Pacífico, que comandan Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, quienes han iniciado una ofensiva para “eliminar” al cártel de los Beltrán Leyva, asesinando a todos sus operadores y sicarios en el estado. El problema es que la violencia, habitual en casi todo el estado, se recrudecerá ante la llegada de Los Zetas que, en respuesta a la cacería que El Chapo desató en su contra en Tamaulipas, están llegando a tierras sinaloenses a tratar de quedarse con las operaciones de Los Beltrán.
Juárez y todo Chihuahua son desde hace ya varios meses escenario de la disputa encarnizada entre los grupos del Chapo Guzmán que llegó a intentar a arrebatarles su plaza a los hermanos Carrillo Fuentes. Aún con la presencia federal, lo mismo Ejército que Policía Federal, la violencia no cesa y afectará el desarrollo del proceso electoral.

NOTAS INDISCRETAS… El ex procurador Rafael Macedo de la Concha es el flamante asesor en materia de seguridad del candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte. Macedo diseña un plan para el candidato y sería también el “antídoto” para evitar que el tema del narcotráfico se convierta en estrategia de campaña de su contrincante Miguel Ángel Yunes… Los dados mandan Serpiente. Mal augurio.

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