“¡Ya basta Felipe Calderón!” Federico Arreola

En esta columna solo voy a promover la lectura de otra, la de un Panista con Ideales, que es el pseudónimo que ha utilizado un ciudadano militante del Partido Acción Nacional para expresar en www.sdpnoticias.com su punto de vista acerca de la fallida guerra de Felipe Calderón contra el narco.


En su texto, titulado “En la guerra de Calderón, ni los grandes panistas están a salvo” ( http://sdpnoticias.com/sdp/columna/panista-ideales/2010/04/01/1019637 ), Panista con Ideales cuenta la historia del secuestro del hijo del empresario chihuahuense Pablo Cuarón, un destacadísimo miembro del PAN.


Panista con Ideales comienza así su columna: “Recuerdo bien los primeros días del presidente Felipe Calderón, él nos dijo que iba a acabar la inseguridad y dijo algo que ni él mismo había dimensionado: Sabemos que costara algunas vidas humanas, pero la patria es primero. Esas vidas humanas, han sido en número algo demasiado escandaloso, algo sin precedentes y sin una solución pronta visible. Hoy, el país, como bien lo dicen la mayoría de los periodistas y líderes de opinión afines y no al gobierno, se nos está desmoronando, y aquí ya no es si soy panista o priista, perredista o independiente. De izquierda o de derecha”.


Después, Panista con Ideales pide a los militantes del PAN que se ofendan cuando se critica a Calderón que pregunten al empresario juarense Pablo Cuarón, cercano al senador Javier Corral, al ex gobernador de Chihuahua y político irreprochable Francisco Barrio y al panista más prestigiado que hay en México, Luis H. Álvarez.


¿Qué respondería Cuarón si se le preguntara? Que no hace muchos días su hijo de 31 años de edad fue secuestrado por un comando de más de 10 vehículos en Ciudad Juárez; que, en cuanto supo del secuestro, pidió tratar el tema con Felipe Calderón; que él, hombre rico y de poder, vivió la tragedia de tantos mexicanos que ya no encuentran seguro a su propio país, y que tuvo que pagar 2 millones de dólares para rescatar a su hijo.


Panista con Ideales dice: “Afortunadamente, después del pago, según algunos rumores de 2 millones de dólares, su hijo fue liberado la semana pasada. No todos tenemos esas cantidades, ni acceso al presidente ni a su estructura. Sí eso les pasa a los grandes panistas con palancas y contacto con el presidente, qué esperamos de justicia y de bienestar quienes apenas si juntamos para pagar nuestras mensualidades y/o a nuestros empleados”.


A los otros panistas, Panista con Ideales, en tono enérgico, les grita: “¡Ya basta, señores: No es atacar al presidente y a su figura, el país se está desmoronando, debemos actuar!”.


Y es que, como afirma Panista con Ideales, lo peor que podría pasarnos es empezar a ahorrar para un secuestro o para adquirir armas como las que posee la mafia, algunas de ellas más caras que el coche de una familia de clase media.


Sin complejos, Panista con Ideales propone legalizar la droga: “Es una realidad el consumo, hay oferta y hay demanda, en los dos lados es negocio, pero la guerra mal planeada de Calderón solo ha servido para descomponer la sociedad todavía más. Quienes fueron afectados en sus negocios ahora piden cuotas a los que sí trabajan por México, les secuestran, les asesinan, y entre ellos se pelean por los territorios, en lo que mueren muchos inocentes en los tiroteos, y otros en los retenes porque resulta ser que los militares no pueden reconocer al enemigo”.


Panista con Ideales, como muchos otros mexicanos, ve la solución de fondo al problema en las urnas electorales, pero por desgracia la próxima presidencial está todavía demasiado lejos. Mientras, “que Dios nos cuide de una balacera, de una extorsión, de un levantón o de un secuestro.” Porque “ya no se habla de las muertas de Juárez ni de la inseguridad en el DF. Hoy la guerra de Calderón se libra lo mismo en Reynosa que en Tampico, en Juárez que en Parral, Zacatecas, Acapulco, Tijuana”.


Panista con Ideales sabe que, por lo pronto, lo único que queda es exigir al gobierno que corrija lo que ha hecho mal en su guerra contra el narco. Y él lo hace con la siguiente frase: “¡Ya basta Felipe Calderón!”.