.La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) acaba de presentar un informe titulado "LA HORA DE LA IGUALDAD. BRECHAS POR CERRAR, CAMINOS POR ABRIR". En este informe se resalta la necesidad de que el Estado tome el papel que le corresponde en el desarrollo económico y el combate a los rezagos sociales.
Con anterioridad la CEPAL había advertido que el modelo económico neoliberal adoptado en la década de los 80, por la mayor parte de los gobiernos de la región, provocaría el adelgazamiento del Estado y la liberalización y apertura indiscriminada de los mercados a los capitales foráneos, como ha ocurrido en México. Y no sólo eso, el neoliberalismo provocó el aumento del rezago social y la concentración de la riqueza en unas cuantas manos, reguladas por capitales poderosos.
A pesar de las advertencias de la CEPAL, los gobiernos priístas y panistas se empeñaron en continuar y profundizar las políticas neoliberales, entre ellas adecuar la Ley Federal de Trabajo a los intereses empresariales, que implica la precarización de las condiciones de vida de los trabajadores.
La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, mexicana por cierto, instó a los países de la región a impulsar sus economías para saldar la deuda histórica de desigualdad y exclusión, y llamó a enfrentar y superar la crisis financiera mundial con una agenda de desarrollo que coloque la IGUALDAD en el centro de los esfuerzos.
Estas recomendaciones para la región son las mismas que propuso para México Andrés Manuel López Obrador. Su lema de campaña fue precisamente voltear los ojos hacia la población más desprotegida: Por el bien de todos primero los pobres. Pero los poderes fácticos se le fueron encima y le cerraron el paso para que nada cambiara en el país y se continuara con el modelo económico neoliberal que tanto ha dañado a nuestra economía, y que profundizó la desigualdad.
El Banco de México informó, precisamente hoy, que en el período enero-marzo salieron del país más de 5 mil 654 millones de dólares, entre inversiones de mexicanos en el exterior, gastos de turistas nacionales que viajaron a otros países, viajeros fronterizos, depósitos en bancos foráneos y repatriación de utilidades de empresas extranjeras que operan en México.
Si a esto le sumamos la inflación provocada por los aumentos de impuestos y de tarifas de bienes y servicios, que aprobaron PRI y PAN el año pasado, el resultado no puede ser alentador.
Vamos en picada. Ningún funcionario ni político del actual régimen está interesado en que las cosas mejoren para el pueblo y como nación.
Nadie atenderá las recomendaciones de la CEPAL ni de su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, mucho menos las que propone Andrés Manuel López Obrador para sacar al país adelante.
La oligarquía que se apoderó del gobierno y de nuestras instituciones sólo está interesada en conservar sus privilegios, a pesar de que eso implique el derramamiento de sangre.
Es verdad que sólo el pueblo puede romper la inercia y generar el cambio. Por eso resulta significativa y trascendente la tarea de conscientización que están llevando a cabo los Comités del Gobierno Legítimo a lo largo y ancho del país.
Sólo sumando voluntades vamos a poder atender las recomendaciones que pueden evitar el hundimiento total del país.
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