Llamó poderosamente la atención de muchos capitalinos un avión privado que estuvo sobrevolando a baja altura y poca velocidad algunas colonias del oriente de la ciudad de México. Por más de una hora, el aeroplano —un jet de turbinas— siguió prácticamente la misma ruta, cuando menos eso parecía a simple vista. El peculiar sobrevuelo se pudo constatar alrededor del mediodía de ayer. Muchos ciudadanos volteaban al cielo para seguir el vuelo del aparato que, dicho sea de paso, no era de alguna aerolínea comercial. Desde hace algunos años, la aviación civil fue trasladada al aeropuerto de Toluca, para concentrar sólo la comercial en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ya de por sí atiborrado de vuelos y con su operación a máxima capacidad. En la zona se desataron toda clase de especulaciones y no faltó quien afirmara que parecía que la aeronave buscaba algo o a alguien en el lugar.
“Juanito” está de regreso. Contrario al dicho de su archirrival Andrés Manuel López Obrador, ese famoso “a mí que me den por muerto”, el peculiar personaje de la política Rafael Acosta reclama nuevamente los reflectores del escenario de la polaca nacional, y él mismo se dice “más vivo que nunca”. Resulta que el ex jefe delegacional de Iztapalapa estuvo en Oaxaca para sumarse de lleno a la campaña de Eviel Pérez Magaña, candidato a la gubernatura de Oaxaca de la coalición Por la Transformación de Oaxaca, que integran los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM). Dice que no quiere saber nada del perredismo y mucho menos de los petistas, pues “traicionaron las causas de la gente”. Con esto confirmó la declaración de guerra que lanzó hace meses en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, cuando gritó a todo pulmón: “Que muera el PRD”. Ahora, ya en las filas del tricolor, anunció que buscará, “casa por casa”, el voto de los ciudadanos “por el mejor candidato que pueda tener Oaxaca”. Este será un nuevo ingrediente del platillo electoral, ya de por sí muy condimentado.
No cabe duda que nuestros astros del futbol, nuestros seleccionados nacionales, quienes buscan triunfar y no defraudar a millones de mexicanos que creen en el Tri y en una hazaña sin parangón en el Mundial de Sudáfrica, le están sacando jugo a la fama. No faltan anuncios publicitarios de todo tipo en los que aparezcan. Los hay de automóviles, alimentos, telefonía, artículos personales y hasta de la moda. Son de todo tipo y de todas las marcas. Salen vistiendo la playera de la Selección, de traje de vestir o moda casual. Entre los más solicitados para hacerla de modelos están Carlos Vela, Efraín Juárez y Rafael Márquez, pero hay muchos más. Mientras son peras o manzanas, es decir, mientras se deshoja la margarita en Sudáfrica, los ídolos del balompié mexicano, algunos en la esfera internacional, aprovechan el momento, su momento, antes de que cualquier cosa suceda.
Apunte final: El dictamen del ministro Arturo Zaldívar sobre el caso ABC, que señala a 14 funcionarios del IMSS y del gobierno de Sonora como responsables de la tragedia, navega a contracorriente en el pleno de la Suprema Corte. Nos cuentan que al menos dos ministros se excusarán de votar el asunto: Fernando Franco (quien ya lo hizo a la hora de elaborar el dictamen, aduciendo conflicto de intereses) y Sergio Armando Valls, quien, dicho sea de paso, entre sus antecedentes laborales figura nada menos que el IMSS. Los enterados anticipan que el polémico dictamen quedará sólo en eso.
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