jueves, 17 de marzo de 2011

Dinero-- ¿Ya no son regulables Slim y Azcárraga?-- No hay árbitro que los apacigüe-- Wikileaks: la pista de los monopolios-- Enrique Galván Ochoa

¿Alguien ha visto por ahí a un personaje –como lo describiera Manuel Espino– chaparrito, peloncito y de lentes? Para mayor seña cobra como presidente de una república llamada México. Desde hace varias semanas las principales empresas de televisión y telecomunicaciones escenifican un espectacular pleitazo público y ni luces del árbitro. Una primera hipótesis acerca de su ausencia es que está siguiendo un plan muy astuto: aparecerá en el momento indicado para pacificar a los contendientes a cambio de arreglos electorales que le permitan a su partido, el PAN, continuar en Los Pinos, aunque sea con un candidato no panista. La segunda hipótesis es quizá más realista: cuando menos dos de los contendientes, Carlos Slim y Emilio III, ya no son regulables. Tienen un peso financiero y político tan importante que operan bajo sus propias reglas, no con las del Estado mexicano. Slim, por ejemplo, posee mejores contactos en la Casa Blanca que Calderón; es amigo de los Clinton desde tiempo atrás y está insertado en la red del poder financiero internacional, como correponde al hombre más rico. ¿Y qué decir de Emilio III? La fuerza que le da la televisión abierta y dos sistemas de paga –cable y satélite– le otorga una facultad que no tiene Calderón: borrar del escenario público a cualquier político por encumbrado que sea. El caso de Santiago Creel es ilustrativo. Esa fuerza lo ha hecho alimentar el propósito de imponer al próximo presidente. Emilio III, Televisa y Peña Nieto ya están en campaña, cuando Calderón ni candidato bien definido tiene.

El ring

En este escenario hemos visto los días recientes en la prensa escrita una fuerte campaña de Telmex-Telcel contra Televisa, Tv Azteca y sus aliados del Tucotel. Ustedes han leído sus inserciones pagadas: frases cortas y afiladas, de mucho efecto. Ayer respondió el Grupo Salinas: En las últimas semanas, mediante una actitud agresiva y prepotente propia sólo de las entidades que se asumen por encima del Estado, el monopolio Telmex-Telcel ha asomado su verdadero rostro: intolerante y dispuesto a todo, con tal de proteger sus privilegios. Urge frenar la extorsión del monopolio Telmex-Telcel, agrega. Vale la pena comentar cómo ha habido un realineamiento de fuerzas. Hasta enero pasado se suponía que existía una alianza entre los grupos Slim y Salinas para atacar la licitación 21, que dio una nueva concesión a Nextel, que iba de la mano de Televisa. Ahora Nextel está aliado con el Grupo Salinas, a pesar de los 60 amparos en su contra. También era un hecho conocido que Telmex y Telefónica (Movistar) son rivales irreconciliables; hoy reman en el mismo barco. Cambiaron los trincheras y todavía falta por conocer –lo que probablemente sucederá en unos días más– la posición de otro contendiente, Dish-MVS, del grupo Joaquín Vargas.

Wikileaks y los monopolios

¿Existen más personajes o entidades no regulables, esta nueva categoría de la sociedad mexicana? Un cable de Wikileaks que se publica en esta misma edición nos da una pista. Habla de los monopolios u oligopolios que existen en diversas ramas de la actividad. El mercado de la cerveza lo controlan Modelo y Cervecería Cuauhtémoc; el de los refrescos, Coca-Cola, con 70 por ciento; el pan lo tiene Bimbo, con 67.8; Cemex domina el mercado cementero con 87 por ciento. El renglón de los servicios financieros es impresionante, donde cinco bancos controlan 90 por ciento: BBVA-Bancomer, Banamex-Citigroup, Santander, HSBC y Scotiabank. En la salud, Grupo Ángeles tiene 67 por ciento de los hospitales. En minería, Peñoles absorbe 52 por ciento del mercado del oro, 97 de la plata y 90 de sodio; Grupo México, 88 por ciento de cobre, y en maíz y tortilla, Gruma es dueña de 73 por ciento. Es lo que dice el cable de Wikileaks que circuló en medios diplomáticos de Estados Unidos. La lista tiene correspondencia con la de los hombres más ricos de México, que publica la revista Forbes. Se impone una pregunta: ¿en qué momento se olvidó que la Constitución prohíbe los monopolios?

@Vox Populi

Asunto: otro banquero de los viejos tiempos

Sin restar mérito alguno al fallecido don Carlos Abedrop, todavía está vivo y coleando quizás, el ya último de los banqueros mexicanos, don Alfredo Longoria Theriot. La familia Longoria Theriot fue dueña del Banco Longoria, cuya sucursal en la ciudad de México estaba en la avenida Juárez; era un banco pequeño, con presencia en el noreste del país y 100 por ciento mexicano. Los señores Longoria vendieron el banco meses antes de la nacionalización de la banca dictada por el presidente José López Portillo, y por ello libraron este trago amargo de nuestra historia. Don Alfredo Longoria Theriot vive aún en la ciudad de México y el mes pasado cumplió 95 años de edad; tuve el gusto de trabajar para él.

Mariano Castrejón Gallardo

R: Su banco tuvo una gran presencia en el norte del país. Una colonia de Nuevo Laredo se llama Longoria.

Asunto: la cuenta de luz mató a una paletería

Aquí, en Ciudad Nezahualcóyotl, y más específico en la colonia El Sol, hoy me llevo la sorpresa de que cierra un pequeño negocio que se dedicaba a la venta al mayoreo de paletas, de lo cual se mantenían muchas personas de escasos recursos. La razón, una deuda de más de 90 mil pesos en el recibo de luz, que no pudo ser negociada de ninguna manera con la empresa, que quería el pago inmediato y en una sola exhibición. ¿Cuántas familias se quedarán sin sustento por esto? Son los resultados que nos dan el presidente del empleo y la empresa de clase mundial.

Juan Carlos Calderón Zavala

R: Noventa mil pesos de luz sólo los consumen los altos funcionarios, diputados y senadores, porque tienen varias residencias y oficinas privadas. Y luego, según dicen por ahí, ni se los cobran.

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