domingo, 1 de mayo de 2011

Cañada de la Virgen-- VÍCTOR HERNÁNDEZ

Cañada de la Virgen es una pequeña zona arqueológica ubicada a unos 30 kilómetros de San Miguel de Allende, Guanajuato.

La zona incluye las ruinas de una pirámide y otras construcciones pehispánicas de la cultura Otomí.

Durante años la zona arqueológica estuvo abandonada y sin que se le restaurara, cubierta de tierra, yerbas y matorrales. Encima de eso, sacerdotes católicos de San Miguel de Allende, en su fanatismo e ignorancia, dinamitaron en los años 40 parte de la pirámide disque para combatir la hechicería.

No obstante, en Guanajuato se organizaban paseos escolares gratuitos para conocerla.

Eso fue hasta 1999, cuando el terreno donde se ubica la zona aqueológica fue vendido a una empresa alemana ¡con todo y pirámide! Entonces la cercaron y empezaron a dar tours privados, explotando para uso particular lo que claramente es patrimonio de la nación. ¡Y los que lo hicieron eran alemanes, además!

Lo correcto hubiera sido expropiar la zona arqueológica, restaurarla y abrirla al público, pero 3 gobernadores panistas, Vicente Fox, Ramón Martín Huerta y Juan Carlos Romero Hicks se hicieron patos (aunque Fox medio aportó para restaurarla para luego olvidarse del asunto) y fue hasta tiempo después, tras la presión pública, que finalmente se expropió el predio con las ruinas--y sólo después de que los arqueólogos hicieron una campaña pública de protesta pidiendo la expropiación del predio.

Pero hubo un detalle: sólo se expropió el predio con las pirámides. El camino para llegar al lugar seguía siendo propiedad privada, por lo cual los arqueólogos tuvieron problemas para entrar. En 2005, ya estando la zona arqueológica lista para ser abierta al público, la dueña del terreno, una alemana de nombre Regina Thomas von Bohlen, impedía el paso al lugar alegando que se dañaría el entorno natural de su rancho.

Todavía en 2007, tras 11 años de litigios, de plano empezaron a gestionar la expropiación del camino. Siendo el caso, la dueña del terreno decidió “donar” el terreno, pero poniendo sus propias reglas para usarlo--por ejemplo: no pavimentar ni ampliar el camino de la carretera a la zona arqueológica, lo cual hace más difícil el acceso, casi como si quisieran impedir que la gente visite las ruinas.

Los trabajos de restauración de Cañada de la Virgen por parte del INAH finalizaron a principos de 2011 y finalmente se abrió al público. Aún está en construcción el museo de sitio, pero se puede ir y apreciar a la zona arqueológica completamente restaurada sin problemas.

Un servidor estuvo en Cañada de la Virgen recientemente y debo decir que es muy impresionante. Sin embargo, mi apreciación por la zona aqueológica y mi respeto por el personal del INAH que la atiende es aún mayor si consideramos las dificultades que han enfrentado para poder abrirla al público.

Es por eso que francamente me cagaron la madre los comentarios idiotas de dos fulanos que estaban en el tour en el que estuve para ver esta zona arqueológica.

El primero fue un fulano con acento norteño que no paró de decir estupideces, como poner en duda que el número 13 haya sido parte del calendario prehispánico. “¡Es que el 13 es la muerte!” dijo el ignorante este.

Luego, ya arriba de la pirámide, el ignorante en cuestión se quejó de que hubieran construido un techo de mortero para cubrir lo que quedaba del templo--lo cual era absolutamente necesario para poder preservar los restos de mural que, de estar expuestos a la intemperie, se hubieran dañado. Que porque entonces la pirámide parecía “hechiza.”

Peor: se puso a hacerle grilla al INAH diciéndole a la gente que la pirámide era falsa tan sólo porque se usó mortero (una mezcla de tierra, cal y baba de nopal) para restaurarla (como se ha hecho en TODAS las ruinas arqueolgógicas del país).

Le aplaudo a la gente del INAH la paciencia que le tuvieron al norteño imbécil este.

El otro comentario que me cagó la madre fue el de una señora que a medio tour salió con la batea de babas de que “a mi ni me gusta la arqueología, yo vine porque pensé que era una iglesia con una virgen.” O sea que por el nombre de “Cañada de la Virgen” pensó que era una iglesia.

¿Entonces nunca vio la foto de la pirámide en el camión del tour?

Gente ignorante e imbécil como la aquí descrita, es la que perjudica al país. Qué vergüenza para mi, que soy norteño de a deveras (monterrellenos y demás: ustedes NO son norteños desde el punto de vista de Baja California, vean el mapa, sorry) que alguien con acento del norte de un espectáculo tan lamentable.

Y qué vergüenza que Cañada de la Virgen haya estado a merced ¡de extranjeros! Por lo cual de nuevo me quito el sombrero ante la perseverancia y paciencia del Istituto Nacional de Antropología e Historia, que a pesar de la estupidez y negligencia de los gobiernos del PAN y del PRI, han perserverado y rescatado para los mexicanos su patrimonio cultural. Mis respetos y mis felicitaciones

No hay comentarios: