Entre los simpatizantes de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador tiene el 68% de las preferencias, mientras que Marcelo Ebrard Casaubón apenas llega al 27%. Es una ventaja amplísima.
Y, considerando a toda la población, es decir, incluyendo también a los que siempre votan por el PRI, por el PAN y los que siempre se abstienen, es decir, tomando en cuenta a aquello votantes que por ningún motivo apoyarán al PRD, al PT y a Movimiento Ciudadano, López Obrador y Ebrard empatan: 37% tiene el tabasqueño y 38% el actual jefe de gobierno del Distrito Federal.
Tiene razón Ebrard (lo dijo el martes 8 de noviembre): “No hay lugar a un empate en la encuesta que realiza el PRD. Está muy bien diseñada; no es solo una pregunta, son un conjunto”.
Es verdad, no habrá empate en la encuesta del PRD, como no lo ha habido en niguna de las que han dado a conocer los medios de comunicación: entre toda la población, o empatan AMLO y Ebrard (como ocurre en la de El Universal) o gana AMLO (como se ve en la más reciente de Roy Campos), y entre los simpatizantes del PRD Andrés Manuel arrasa a Marcelo.
Recordemos que la encuesta de El Universal aquí mencionada los editores de este diario, presidido por Juan Francisco Ealy Ortiz, la han presentado en tres partes y que aplicaron 32 mil cuestionarios por teléfono en todo México, mil por entidad federativa.
Por su tamaño, la encuesta de El Universal es válida a pesar de haber sido realizada telefónicamente, es decir, a pesar de un evidente sesgo en contra de la población de menores ingresos entre la que abundan las familias que no tienen acceso al teléfono.
Eso significa que, si la encuesta de El Universal se hubiera realizado en viviendas, como la de Consulta Mitofsky, la ventaja de AMLO sobre Ebrard sería mayor.
No, no habrá empate en la encuesta que está terminado de aplicar el PRD. Tiene razón Ebrard. Ese escenario habrá que descartarlo. Sin duda, ganará Andrés Manuel, y creo que Marcelo lo sabe.
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