jueves, 15 de marzo de 2012

Ciudad Perdida-- El asunto del agua-- Los trabajos que no terminan-- Indagatoria más que necesaria-- Miguel Ángel Velázquez

Entonces, los habitantes de esta ciudad debemos acostumbrarnos a que en cada puente, en cada periodo vacacional, el suministro de agua se reduzca considerablemente, porque algo le duele al Sistema Cutzamala, o a José Luis Luege, el panista a cargo de la Comisión Nacional del Agua, quien hace no mucho pretendía convertirse en el candidato azul a la jefatura de Gobierno.

Las dolencias de la inmensa red que distribuye el líquido a la ciudad deben ser cuidadas y vigiladas para que un suceso de mayores consecuencias no ocurra, pero sería muy bueno saber hasta qué punto los cortes y los problemas de suministro deben su origen a situaciones o fallas reales en el sistema, o qué tanto se ha inflado, con fines incluso políticos, el asunto.

El año pasado, el calendario de los cortes de agua nos dio una idea del tamaño del problema. Del 17 al 19 de marzo hubo una baja de presión del caudal que alimenta a la ciudad, que causó escasez en buena parte de la ciudad; en abril, los días 6, 7 y 8 se sufrió un corte parcial durante Semana Santa, debido a trabajos de mantenimiento de una parte de la red; otro corte parcial sucedió en el puente del 1º de mayo, otros se escalonaron entre junio, julio y agosto, y otro más el 15 y el 16 de septiembre, y en noviembre se programó el último corte del año.

Sólo en cuatro meses de 2011 los habitantes de la ciudad obtuvieron agua al ciento por ciento. Esos meses fueron enero, febrero, octubre y diciembre. El resto del año casi todas las colonias de la capital del país se vieron afectadas por diversos problemas en el suministro, que está en manos de la gente de Conagua, principalmente de José Luis Luege.

Para este año, Conagua advierte que el mantenimiento del Sistema Cutzamala obligará a realizar siete recortes de hasta 40 por ciento del líquido que abastece al valle de México. Se habrán de remplazar 28 tramos de tubería, de las dos líneas del acueducto que corre a lo largo de 162 kilómetros, y que abastece a cuando menos 10 delegaciones políticas del Distrito Federal y 13 municipios del estado de México.

Lo que parece increíble, por todo el trabajo que dice Conagua que realiza, es, por ejemplo, que en la ciudad se resintiera la muy grave escasez de agua durante 36 horas continuas por una avería en una tubería del sistema, que parecería estar más vigilado y más seguro que nunca. Ahora se nos dice que del 15 al 18 de marzo se reducirá el suministro porque, entre otras cosas, hay fugas en la línea uno del sistema.

Ya en alguna ocasión el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, puso en el tapete de la duda la argumentación con la que se apoyan los cortes, pero no hubo más. La cosa es que el asunto parece empeorar, y desde el Gobierno del DF, así como de la Asamblea Legislativa y las propias delegaciones políticas, debería ya exigirse que se investigue la labor de Conagua, cuando menos para saber que no se está utilizando el problema para fines partidistas. Ojalá y se haga.

De pasadita

Seguramente es cosa de los mal pensados, pero por ahí se dice que en el lío de Florence Cassez hay gato encerrado. La cosa es que hay quien asegura que detrás de la argumentación del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea está la mano del ex procurador de Justicia del Distrito Federal y ex procurador general de la República Ignacio Morales Lechuga.

Se han ido cruzando datos y hay quienes hallaron que el abogado de la francesa, Agustín Acosta, es hijo del ex gobernador de Veracruz Agustín Acosta Lagunes, a quien sirvió como secretario general de Gobierno el mismo Morales Lechuga, que de 1993 a 1996 fue embajador de México en Francia. Morales es egresado de la Escuela Libre de Derecha, perdón, de Derecho, donde estudió el ministro Zaldívar. Coincidencias, ¿o no?

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