jueves, 22 de marzo de 2012

Columna Incómoda. Mancera y el infierno del PRD-DF-- ALEXIA BARRIOS G.

No hay encuesta indicativa de que Miguel Ángel Mancera vaya abajo o que esté en riesgo de perder el GDF. El PRD y el gobierno de Marcelo Ebrard son garantes del triunfo en la capital del país, no hay duda de ello. Pero así como Alejandra Barrales cometió el error de dejar todo en manos de sus asesores y operadores erráticos, que no sólo la derrotaron en la elección por la candidatura de las izquierdas, sino que la hicieron ver como una berrinchuda en lugar de una demócrata con capacidad de negociar, Mancera podría estar cometiendo el mismo error.

Lo que observamos alrededor de las izquierdas partidistas del DF en las últimas semanas no es más que el síntoma de una crisis de liderazgo, de lealtades quebradas, de traiciones y de pasiones incontroladas al grado de ser porriles.

¿Y dónde está el líder indiscutible en el DF para que ponga ordena a las tribus que están a punto de romper con todo, bajo la lógica del “si no soy yo, tampoco eres tú"?

Quizá Mancera no se ha dado cuenta de ello, pero el nuevo líder de las izquierdas en el DF es él, o mejor dicho, está llamado a ser él, nadie más, y tiene que actuar y tomar decisiones como tal.

Así es como funciona el poder político de relevos entre políticos del mismo partido en que se da la alternancia: se baja lentamente al que tiene el poder en turno para dárselo al otro, para que comience a operar, para que tenga la libertad de manejar los hilos de su propia campaña. Lo mismo ocurre en el PRI, en el PAN y en el PRD. Así funcionó cuando Cuauhtémoc Cárdenas fue ungido candidato al GDF, cuando AMLO tomó las riendas de su candidatura y cuando Ebrard hizo lo propio.

¿Y Miguel Ángel Mancera? Al parecer está conciliándose con él mismo, cree que todo está definido porque las encuestas así indican y, sobre todo, porque no quiere cortar el cordón umbilical con Marcelo Ebrard y sus operadores políticos.

Al ver los desmanes del PRD-DF y de los chantajes del PT-DF, de la forma en que están resolviendo algunas de las candidaturas, de lo manoseado que está todo el proceso de selección de candidatos a jefes delegaciones y diputados locales y federales, y de las amenazas de ruptura, no hacen sino pensar que el nuevo líder no quiere asumir el liderazgo.

Mancera al parecer no ha entendido que ser el próximo jefe de Gobierno lo convierte en automático en el segundo puesto de elección popular más importante después del Presidente de la República, dada la importancia económica, política y social que tiene la capital del país. Y más aún, que al estar en esta posición prácticamente tendrá la responsabilidad de estar al frente todo ese muégano que se llaman “izquierdas” (PRD, PT. PMC) y por tanto, ocupará una posición que muchos viejos militantes desearon sin éxito: darle rumbo y dirección ideológica-política adecuadas para que sean una alternativa real para todo México.

Salvo la buena imagen y la gran aceptación que despierta en la ciudadanía, Miguel Ángel Mancera no está debiendo mucho aún y debe saber que le estarán exigiendo mucho más. En la contienda interna del PRD no fue muy requerido, pero ya Beatriz Paredes y doña Isabel Miranda de Wallace tienen preparados sus planes para la Ciudad de México, los cuales contienen muchos de los programas sociales ya aplicados por el GDF, además del respeto al régimen de libertades que se han logrado en la capital del país desde 1997. ¿Y Mancera ya tiene preparadas sus propuestas que le den un sentido de continuidad pero también de diferenciación de las administraciones anteriores?

Un dato más, para tomar en cuenta: fuentes bien informadas me comentaron que en el 2006, luego de los resultados finales del IFE se criticaron a los gobernadores del PRD, pero más al PRD-DF y al equipo de Marcelo Ebrard porque no trabajaron a fondo para la campaña presidencial de AMLO, pues esperaban que el DF les diera muchos más votos de los que finalmente obtuvieron. En entidades gobernadas por el PAN, los operadores azules echaron toda la carne al asador y hubo diferencias en distritos hasta de 10 a 1. En las entidades perredistas hubo exceso de confianza y muchos brazos caídos.

Aquí lo dijimos con tiempo, la veda electoral es para que los “cuartos de guerra” hicieran “campaña sin candidato”. Eso es lo que han estado haciendo en el PRI y en el PAN, a pesar de sus propios conflictos internos. En el caso de Mancera apenas un par de semanas que se sabe de él y sus actividades.

Lo que ocurrió el pasado fin de semana, en que Izquierda Social (Martí Batres) e Izquierda Democrática Nacional (René Bejarano) se dieron con todo por las delegaciones Magdalena Contreras y Xochimilco, es apenas un pequeñito avance de la crisis electoral que se espera si Mancera no se pone las pilas.

Ayer la Comisión Política Nacional, de acuerdo con Reforma, apunta que IDN tendrá 18 candidaturas para el proceso electoral en el DF, además de 7 espacios para la Cámara de Diputados federal. Los bejaranisas ganaron en Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Tlalpan, Cuauhtémoc, Benito Juárez, Magdalena Contreras y Xochimilco. La gente de Batres apenas se quedó con tres diputados locales. El resto, se repartirá entre Chuchos, Quinteros y los recomendados y/o externos. Y Ebrard logró negociar para se respetara su acuerdo con AMLO y que Mario Delgado sea candidato al Senado en mancuerna con Alejandra Barrales.

“Si no quedo yo de candidato, tampoco tú ganas” es una consigna que se está dejando escuchar en varias de las corrientes que le jugarán sucio no sólo al PRD sino al propio AMLO, que cada voto perdido es un voto menos para su candidatura.

Esta es la apreciación que están dejando su paso las tribus del PRD-DF que pueden convertir en un infierno al próximo gobierno del DF.

alexiabarriossendero@gmail.com

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