Con el consentimiento y conocimiento de instituciones que deberían defender la democracia incluida la jerarquía católica, el fin electoral del PRIAN es quedarse de nuevo en el poder. Una maraña (i) legal incomprensible que tejió el IFE para permitir a las televisoras actuar para ello. Que las circunstancias del país no cambien.
Ya Vázquez Mota habla de un gobierno de “coalición” (con el PRI). Esto se ha repetido por doce años y aquí estamos. Han sometido engañado privado de lo básico al pueblo mexicano, hogar comida educación. Promovido la apatía el desinterés el “distraimiento” de la ciudadanía. Su insano lema es “mantén un pueblo hambriento o sin educación luego infunde miedo y podrás hacer y deshacer a tu antojo”.
Esta ha sido la esclavitud de México, la que hay que abolir. A las clases altas les digo, con eso de que: “a nosotros nos ha ido bien, por tanto que así siga que nada cambie” y con eso de que “más vale malo conocido que bueno por conocer”, han fallado a México, se han ofuscado, borrado de su consciente la realidad nacional sufriente y pobre. Nada más ver a tanta mujer tanto hombre joven mexicano torturado y muerto a la fecha. No prestan ustedes atención ni compasión asegurando en su fuero interno que probablemente “se lo merecían por andar en malos pasos”.
No toman en cuenta los agravios habidos a los seres que amaban a esos muertos o desaparecidos que son cientos de miles. Sus ojos cerrados ante el presente. En cambio sí, se dicen ser pro vida, se jactan de ello. ¿No entienden que el libre albedrío es regalo divino, que la libertad es elemento indispensable de la responsabilidad de la persona? ¿Qué no es más humano evitar que una mujer acuda a abortar en la clandestinidad con destino hasta de morir, que no sea juzgada y encarcelada por ello? O es que “también se lo merecía por andar en malos pasos”. Pro vida, pero según circunstancia. Esta es la vara con la que miden, así la balanza de su justicia.
Medios de comunicación, son ustedes una cara del “anticristo”, para ponerlo en idioma. Monopolio que emite información a favor del mal gobierno establecido. Todas las generaciones actuales han vivido bajo el yugo de esta corrupción que confunde que oculta que tergiversa. Más vale que hoy se le de espacio a la voz por un México Libre. Porque la discrepancia entre los encuestadores que dicen medir preferencias para presidente 2012, son, como sabemos, la fuente misma.
¿Quién incluye en ellas al pueblo hambriento, desilusionado, impotente, frustrado? Si lo hicieren, la encuesta pesaría mayoritariamente hacia Andrés Manuel López Obrador. Porque la población a ras de suelo hace rato que se quitó la venda que se sumó a la esperanza que representa el triunfo de su candidatura demócrata. Hoy reconoce y repudia el ensañamiento de un medio como Milenio; se cuestiona el que un hombre como el poeta Sicilia no logre diferenciar entre lo íntegro y lo putrefacto tasando con la misma medida política a AMLO que a sus opositores. Sin duda, carece de argumento con qué sostener esta premisa, a menos que sea una pura cuestión espiritual sin lógica humana lo que lo aleja de la posibilidad para que realmente tanto su dolor como su protesta sirvan a México.
Jerarcas de la iglesia católica, poderes fácticos, iniciativa privada, medios, clases privilegiadas, dejemos de ser insensibles, frívolos. Reflexionemos de dónde proviene el desvío para vivir en la mezquindad con que obran. El panorama pareciera ennegrecido. Podrán percibirse las puertas cerradas, pero aún cerradas éstas basta un golpe al cristal y habrá ventana abierta. Hemos dejado maltratar, hemos sido cómplices del maltrato. “Homo Homini Lupus” / El lobo del hombre es el mismo hombre. Pero si nuestro corazón ya no está endurecido, despertemos, salgamos del estancamiento.
Demostremos que somos capaces de entregar y volcarnos en inteligencia, en músculo, sabiendo que apoyamos para ser presidente constitucional a un hombre honesto, justo, probado a cabalidad, un digno tlatoani. Tiene 20 millones de votantes AMLO a su favor, pero le digo que 60 millones más de mujeres hombres ancianos y niños también piden una Republica Amorosa con carácter cumplidor. Finalizo diciendo que si no nos remitimos ni mencionamos el gran poder de la sangre originaria en esta lucha, este escrito estaría incompleto. El mundo de los antiguos mexicanos de los primeros dueños del territorio.
Mi intención al hacer esta referencia es el convocar a aquellos que amamos y creemos en la Patria, que además de la acción, debemos estar unidos a través de nuestra energía de nuestro campo vibratorio para lograr la transformación nacional. Portemos o no en las venas materia autóctona. Somos un México plural con sus mezclas de sangre española, francesa, inglesa, alemana, polaca, árabe, judía, etcétera. Pero que eso no nos haga sentirnos superiores. No se sientan más orgullosos de la herencia extranjera. Mestizos, no presuman de poseer esa sangre sobre su herencia originaria. Criollos, siéntanse tan oriundos como los originarios.
Enorgullezcámonos de la sangre indígena antes de ensalzar hipócritamente la gran cultura mexicana. No la consideremos primitiva en silencio, porque fue y sigue siendo lo sutil lo grandioso que poseemos. Sus ciudades ejemplares, representaciones fidedignas de la sabiduría y creatividad ancestral. Las llamadas guerras floridas, los sacrificios humanos descritos fuera de proporción para abonar al fin último: el control de la riqueza. Ignoro si alguna vez habrán pedido perdón los conquistadores por haber atentado contra nuestros conocimientos, violado así el alma inocente y creyente de lo suyo frente a curas y frailes.
Pero a pesar de ello la nobleza indígena los redime siendo grande su humildad, su bondad. Les digo que aunque intentaron destruir todo aquello que se apreciaba anulando su forma de religarse al Creador, la luz de esa fuerza regeneradora prevaleció. Parte de la memoria colectiva continuó su viaje a través del sol, el viento, el cosmos, la madre terrenal y habita en nosotros. Esa otra manera de religarse a Dios de los indígenas que en el fondo causó un gran asombro y admiración para los recién llegados por verificar el corazón honorable, bueno y productivo del nuevo pueblo descubierto. Somos esta dualidad indígena/católica.
Cuán inmensa la miopía de esta última, que se niega a ver la fábrica de pobres que ha producido el PRIAN. Pobres de herencia y espíritu noble ignorado. No se comprende por qué no apoyan las políticas públicas para aminorar la desigualdad, la proyección de una vida más digna para su comunidad, para sus feligreses. A tambor batiente, se cuidará, se reclamará la garantía del sufragio. No más vende patrias no más muerte no más fariseos. Logremos advertir que el pueblo está listo para la transformación que viene. Que el 1 de julio México portará simbólicamente en la mano la piedra angular que obrará como aquella que David lanzó a Goliath para vencerlo.
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