jueves, 1 de marzo de 2012

RIP Elba Esther Gordillo By Denisse Dresser-- ALICIA GONZÁLEZ

La libertad de expresión es un derecho que permite compartir lo que se piensa y analiza en relación a un tema pero que no a todos les gusta y puede incomodar o herir susceptibilidades de acuerdo a lo comentado. En pasados días, la reconocida periodista y docente universitaria, Denisse Dresser expresó que los problemas educativos en México se solucionarían con la muerte de la lideresa sindical Elba Esther Gordillo en alguna de sus próximas cirugías.

Por supuesto que miembros del círculo cercano a la representante educativa, no se quedaron callados y mostraron su desconcierto al respecto. Mónica Arreola, hija de Gordillo, condenó dicha expresión, señalándola sin razón, recato ni pudor, ya que no solo perjudica a la misma cabeza sindical, sino también a su familia.

Se nota la solidaridad por parte de la familia de Gordillo. Sin embargo, dada la eternidad dividida en sexenios presidenciales, en la cual la rubia maestra ha encabezado el SNTE y las alianzas con algunos títeres de la política de diversos colores, han provocado en la ciudadanía al igual que en los periodistas, un hartazgo al ser testigos del caciquismo urbano en asuntos relacionados con el sistema educativo.

Y ¿Ahí la familia no dice nada? Por ahí enuncia el dicho: “No muerdas la mano que te da de comer” y es por eso que no se ha visto alguna crítica en relación a la manera de liderar de su madre y más porque Arreola es la Secretaria General del Partido Nueva Alianza.

Criticas más, criticas menos, Dresser simplemente realizó una broma de variable gusto, que para el pueblo indignado es un minúsculo comentario en alusión a la realidad. Jamás mencionó directamente algún deseo de que Gordillo falleciera, simplemente con la inteligencia y su estilo para decir las cosas refirió una hiperbólica solución al fallido sistema educativo por el que nos regimos.

Ante comentarios ácidos, muchos se quejan, pero cuando se trata de que los funcionarios públicos enfrenten su ineficacia para formar parte de la solución a los problemas sociales, se esconden tras la retórica o la evasión para dar la cara y enfrentar la realidad. Esta perorata moralista podría ser una cortina de humo para distraer a los ciudadanos del desastre en materia educativa, para empezar los maestros que no quieren ser evaluados, mientras la líder sindical afirma que si quieren someterse al escrutinio.

Nuestra política es de doble discurso. Mientras los periodistas señalan y critican las acrobacias burocráticas, estos se defienden, mostrándose ofendidos por la libertad de expresión. Vaya que las figuras del poder sacan las uñas cuando mejor lo creen, en plan de victimización absoluta.

El respeto es un valor que se gana y si encima de todo se busca fomentar esta actitud en alguien que no lo ha hecho, el pueblo de México estaría entrando en una contradicción ciega.

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