Sólo el candidato de las fuerzas progresistas propone y se compromete a combatir la corrupción a fondo en todos los niveles de gobierno.
¿Será por eso que se intensifica la guerra sucia en su contra y no pasa del tercer lugar en las encuestas?
Los comunicadores afines a la derecha, fascistas y retrógradas, no se atreven a profundizar en las noticias que dañan la imagen del candidato del PRI. Para nadie es ajeno que Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI, tenía un plan bien trazado para financiar la campaña de Peña Nieto con dinero del erario público. Como salió a la luz el exagerado endeudamiento de Coahuila, rápidamente los priístas sustituyeron a Moreira y se cooperaron para el rebase del tope de campaña pero la cosa no para ahí.
Sus actos de corrupción ya marcaron a Peña Nieto y por más que la tele y sus correligionarios traten de tapar el sol con un dedo la investigación avanza, claro, no aquí sino en Estados Unidos.
Las autoridades federales del vecino país están a punto de incautar bienes valuados en 20 MILLONES DE DÓLARES a Javier Villarreal, ex tesorero de Coahuila durante el gobierno de Humberto Moreira.
Este señor es buscado por cargos de lavado de dinero y participación en actividades de la DELINCUENCIA ORGANIZADA en el condado de Bexar, en la ciudad de San Antonio. Las autoridades del vecino país suponen que Villarreal usó dinero procedente del erario para comprar un centro comercial, una casa de 371 metros cuadrados, un centro de almacenamiento y otras propiedades en San Antonio. Y suponen bien porque de dónde demonios iba a obtener tantísimo dinero un funcionario público.
En México, ese ex funcionario fue acusado de falsificar documentos para pedir prestados 222 MILLONES DE DÓLARES en la línea de crédito del estado de Coahuila, y en octubre del año pasado fue arrestado por las falsificaciones pero, ¿qué creen?, quedó libre después de pagar una fianza. Y en febrero de este año fue detenido por una falta de tránsito y al revisar su automóvil se le encontraron 67 MIL DÓLARES en efectivo, pero también quedó en libertad tras pagar otra fianza. Desde entonces está “prófugo”.
Para los priístas corruptos, y también para los panistas que actúan de la misma manera, lo importante es robar bastante para tener con qué pagar fianzas, recuperar la libertad y comprar voluntades y medios de comunicación que hagan caso omiso de sus fechorías.
La delincuencia de cuello blanco no ha sido tocada por los gobiernos del PRI ni del PAN, se tapan unos a otros y a la hora de repartir el pastel se quedan con la mayor parte, y al pueblo que se lo siga llevando el tren.
Los aspirantes de estos partidos a la Presidencia de la República no están interesados en combatir la corrupción ni la impunidad porque gracias a ellas están en la contienda. Entre la serie de promesas falsas ni siquiera mencionan que se aplicará la ley de la misma manera a todos los ciudadanos, ¿cómo creen?, perderían el apoyo que les están dando precisamente los gobernadores y los funcionarios corruptos que buscan impunidad además de oportunidades para seguir robando.
Como bien dice Andrés Manuel López Obrador, ya es hora de que se acaben los privilegios y la impunidad de unos cuantos mientras el pueblo padece y sufre y el país va en picada.
Vamos entre todos a ponerle un HASTA AQUÍ a la corrupción que tanto ha dañando a México.
Nada de votos nulos ni regalarlos por una miserable despensa, que es pan para hoy y hambre para mañana.
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