El sábado se llevó a cabo en San Salvador Atenco una nueva Convención Nacional, ahora titulada Convención Nacional contra la Imposición, que responde a la percepción generalizada de que Peña Nieto será impuesto por un grupo de intereses bien identificado, y no por la voluntad popular.
El Movimiento Progresista ha hecho su parte al presentar ante las instituciones encargadas de vigilar y calificar la elección elementos suficientes para que la elección presidencial sea invalidada, sin embargo, hace falta el respaldo popular para que la demanda de impugnación sea considerada como un asunto serio dadas las circunstancias en las que se encuentra México.
La corrupción, la impunidad y la deshonestidad de los gobiernos emanados del PRI y del PAN nos han colocada en los últimos lugares en cuanto a crecimiento económico y bienestar de la población. El hecho de que un mexicano sea reconocido como el hombre más rico del mundo no significa que sus connacionales estén a salvo del hambre, la insalubridad, la ignorancia y la violencia.
Algo no funciona en el sistema y hay que cambiarlo para evitar un viaje sin retorno.
En la Convención Nacional contra la Imposición se escucharon voces provenientes de distintos sectores: estudiantes principalmente, maestros disidentes, campesinos, trabajadores, sindicalistas y defensores de la tierra y de los derechos humanos. Una voz que sobresalió fue la del ex rector de la UNAM, Pablo González Casanova, quien exhortó a conformar una organización de organizaciones articulada en redes de colectivos que se comuniquen personalmente para que a través de los nuevos espacios cibernéticos se encaucen las luchas sociales y los procesos de enseñanza-aprendizaje de los distintos sectores. Esto es importante porque significa que la enseñanza que no ha sido impartida por el estado en escuelas y universidades se dará a través de los grupos sociales que han venido realizando una enorme tarea de conscientización ante el cerco informativo que tendieron los medios de comunicación masiva aliados a los grandes intereses de la derecha, que se resiste a perder el poder.
Pablo González Casanova puntualizó que es necesario reconocer que este nuevo espacio de coordinación no se debe mover con una sola ideología, pues es indispensable el respeto al diálogo y al debate fraternal en la toma de decisiones. Y subrayó algo significativo que debemos considerar como prioritario: el arma esencial para el éxito es no hacer ninguna concesión de principios en los que se negocie la democracia, la justicia y el interés general de la nación.
Si en la Convención Nacional contra la Imposición se logra este último punto propuesto por el maestro González Casanova, tendremos la posibilidad de transformar la vida pública del país por la vía pacífica.
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