Jesús Ortega, dirigente de la corriente Nueva Izquierda, hizo una exposición inicial de la urgente transformación del PRD.
Foto: Luis Castillo
Jesús Zambrano, presidente del PRD, dijo que el partido se mantendrá unido y como la prinicpal fuerza de izquierda, aún con la salida de AMLO
Claudia Salazar
Ciudad de México (13 octubre 2012).- Los dos líderes de las principales corrientes del PRD confrontaron ideas sobre el futuro del partido, entre las posturas de una izquierda moderada o radical, en el Congreso Nacional de Nueva Izquierda.
Jesús Ortega, dirigente de la corriente Nueva Izquierda, y René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional, expusieron cada uno los impactos de la moderación en el partido y las consecuencias de la radicalización.
Ortega advirtió que el PRD se ha convertido en el personaje de la novela de Stevenson, donde el Dr. Jekyll y el Sr. Hayde son la misma persona, pero radicalmente opuestos, un mismo cuerpo con diferentes conductas.
Planteó que en la transformación del PRD se controle, sujete, domine y se impida que aparezca el "otro yo" radical del perredismo, personificado en el Sr Hayde.
Tras la toma de tribuna por la reforma laboral por los diputados bejaranistas, Ortega cuestionó que se renuncie a la lucha por el cambio social y democrático a través del parlamento.
"A 23 años de existencia es indispensable desprendernos de nuestro 'otro yo', de ese que aparece anacrónico, incongruente, conflictivo, irresponsable, egoísta porque sólo se ve a sí mismo.
"El PRD en su reforma inminente necesita terminar con esa doble personalidad, debemos hacer prevalecer a nuestro Dr Jekyll", planteó Ortega, fundador de la corriente conocida como de "Los Chuchos".
Ortega hizo una exposición inicial de la urgente transformación del PRD, y Bejarano, como invitado al evento, le respondió sobre las expectativas futuras del partido y dijo que tendía la mano para que se mantuviera la unidad.
"No pactemos la ruptura, hay que profundizar en la unidad. Hay algunos que consideramos que somos moderadamente radicales y hay otros que son radicalmente moderados.
"La moderación se da en condiciones específicas y concretas, y una acción, por más radical que sea puede ser tibia e incluso contraproducente, y un voto particular en el Senado y la Cámara de Diputados puede ser profundamente conservador", mencionó.
Bejarano aceptó la posibilidad de meter a terapia al "otro yo" del partido, lo que significaría confrontar los demonios, tener claridad de la parte oscura y la sombra de cada uno de los personajes, dirigentes u organizaciones internas.
Añadió que habrá que evitar que se quede una imagen ficticia y embellecida al estilo de Dorian Grey, para que por dentro del cuadro se oculte la realidad.
El intercambio es histórico para el partido, pues ambos representan a los liderazgos más fuertes y nunca se había dado un encuentro así en sesiones del Consejo Nacional o un Congreso Nacional.
Jesús Zambrano, presidente del PRD, cerró los discursos con la afirmación de que el partido se mantendrá unido y como la fuerza de izquierda más importante, aún con la salida de Andrés Manuel López Obrador y su decisión de crear un partido nuevo.
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