Vuela Peña Nieto de gira a Europa en el lujoso nuevo jet presidencial que le prestó su amigo y benefactor Calderón Hinojosa. Quien hable del PRI como un partido político separado del PAN, lo que se da con frecuencia en provincia, es por ignorancia por dogmatismo de fe o por algún deliberado oscuro interés particular.
Es el PRI-AN. Los impulsores del llamado neoliberalismo, que ha mantenido a México sin crecer económicamente y estancado “porque se tiene delante la receta pero el país no cuenta con los ingredientes para cocinarla, por ello no funciona, por ello ha fracasado” lo dice uno de sus promotores. Se seguirán rompiendo la cabeza los egresados del ITAM con sus doctorados en Harvard y en Yale para aplicar sus conocimientos. El PRI-AN de Salinas. Una depravada manera de gobernar en un país como el nuestro; de hacer de la política un negocio y de la administración pública un botín.
Ahí va Peña, pues, a que le lean la cartilla, a que le expliquen las condiciones, a quedar bien para refrendarles que doblará las manitas con tal de que le entren con ganas --reformadas-- siempre y cuando paguen. La Maerkel le concedió sólo 45 minutos. En España es más esperada su visita. Todos van tras lo mismo.
Que me perdonen los españoles (celosos y delicados que se ponen cuando un ajeno se expresa sobre la política en la península) pero observando las cosas desde aquí, desde el considerado por ustedes inhóspito pero a la vez amado territorio mexicano, la quiebra socioeconómica en la que se encuentran, se concretó en el gobierno de Aznar. Se intuyó entonces la proximidad del truene de la burbuja, el desastre de la alevosa bonanza. El haber externado con el ruido que lo hizo su apoyo incondicional a Estados unidos en la guerra contra Irak sin preguntar a los ciudadanos alebrestando la división y el encono, fue una mecha que prendió. Promovió la ambición desmedida. La ansiedad empresarial al amparo de la corrupción hacia adentro y fuera del país por reconquistar los mercados de los prolíferos y cálidos nuevos mundos antaño perdidos. En el sector turístico flotas de mega aviones chárter de embarque canadiense traídos por la variedad de firmas hoteleras españolas desde diversos puntos de Canadá, plagaron el pacífico y caribe mexicano (cubano, dominicano, etcétera) trayendo en masa a los nórdicos americanos de clase media ávidos de nuestro sol lo más barato posible y nada más. Con paquete todo pagado e incluido. Miles de ocupaciones hoteleras fantasmas porque su derrama en la economía local es escasa. No impacta positivamente en la balanza más que en los propios bolsillos transatlánticos, que a la vez depredan nuestros medios ambientes naturales sin ninguna consideración ni funcionario público que los detenga. La premisa donde ocultan y justifican estas intenciones, estos actos, es la “buena nueva” de que vienen a proveer empleos. Se escudan en ello para aprovecharse de la corrupción en Latinoamérica donde se les garantiza que las “rutas críticas” de sus negocios estarán bien aceitaditas y caminarán sin atoramiento, donde se consigue retribuir lo mínimo posible a los trabajadores. La reforma laboral no es idea nuestra, es producto de la presión externa para entablar “mejores relaciones de negocios” con México. Ha sido en Cuba, hay que decirlo, donde se han servido y siguen sirviéndose con la cuchara más honda las cadenas turísticas españolas o inversiones extranjeras: Los empleados de sus hoteles o empresas trabajan a la par, con frecuencia más efectivamente que aquellos en el exterior en sus posiciones, pero se les paga sueldo “de cubanos”. Ese es el arreglo con el régimen de Fidel, único dueño o socio comercial de todas las empresas en la isla. Conozco bien al gerente de compras de una gran cadena de por allá. Provee su servicio para casi 20 hoteles que operan bajo su responsabilidad, viaja constantemente al extranjero a ver proveedores, se la pasa de uno a otro de los hoteles, un mulo de trabajo y disciplina intachable a quien se le le paga, oigan bien, ¡260 dólares al mes! Su homólogo en España, gana 8,000 euros. Cuando le dije, Carlos, ¿pero por qué no te vas, pides a la compañía un traslado siendo tan eficiente o renuncias para ganar lo justo en otro país? Me contestó: -Ay chica, es que extraño tanto el terruño, tú sabes…ya nos hemos acostumbrado a vivir bajo el autoritarismo, con lo que hay, con lo que nos dan…--
Su respuesta me cayó como balde de agua. La costumbre y la sumisión al destino sufrido y visto unilateralmente sin opciones ni aparente remedio, se convierte en la apatía que da lugar a la permanencia de las dictaduras. Allá los cubanos con lo suyo por resolver. Vinieron a colación, por la mención, dado el tema, de habérsele acomodado tan requetebién al régimen cubano la nueva era de señoritos conquistadores.
Aquí en la patria como digo al principio, nos quedamos mirando cómo va a ponerse Peña Nieto de pechito ante los que mandan en Europa. El apetecible mercado ¿“emergente”?, el crudo negro y demás, frente a las fauces de los poderosos mercaderes. Como ya hemos dicho y es evidente, nada se mueve, no se da un paso, sin la vigilancia y asesoría del manejador Videgaray. Instruido Peña para poner en todo momento cara de colaborador inteligente, de lucir atento e interesado, de vestir con sobriedad, pero sobretodo, de asegurarles que esta listo para aceitarles el camino.
Vuelan en grande el de Atlacomulco y la gaviota, vuelan a expensas de Calderón (o del contribuyente), faltaba más.
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