Parece que existe una alegoría trágica en los sucesos de ayer. Mientras en Los Pinos Felipe Calderón hacía una presentación de su legado en materia de seguridad a Enrique Peña Nieto, corría en las redes la noticia de que había sido encontrado el cadáver del hijo mayor del ex presidente nacional del PRI Humberto Moreira, personaje muy cercano al hoy presidente electo. ¿Cuál legado, entonces? La verdad es que dentro de ocho semanas heredará un país al que hundió en un borbollón de sangre.
Sería de mal gusto hacer una referencia a las circunstancias que motivaron la renuncia del señor Moreira a la presidencia del PRI. Esta sección se ha ocupado del tema antes. Sin embargo, es inevitable mencionar que la lección que debería extraerse de los sucesos es que impunidad no equivale a inmunidad. Tan vulnerables son los ciudadanos de a pie como los miembros de las familias poderosas, aun cuando se rodeen con equipos de seguridad supuestamente imbatibles. Es un dolor el luto por el golpe del crimen para todos. Algunas versiones que circulan en Coahuila ligan el asesinato con uno de los jefes de Los Zetas. El caso ya está en el escritorio de la procuradora Marisela Morales, donde tantos otros duermen siesta prolongada. Ojalá el señor Moreira no tenga que vivir el dolor inimaginable que han sufrido miles de mexicanos durante el calderonismo: la incapacidad de las autoridades para desentrañar un crimen. Este es el México apesadumbrado, herido, impotente, que deja el presidente muerte. No es superfluo tampoco recordar que los gobernadores y ex gobernadores de todos los partidos –incluyendo los de Coahuila– son corresponsables.
Efectos colaterales
Además de no pagar impuestos, la venta de la cervecería Corona hizo que el país perdiera el lugar que tenía entre las marcas más valiosas del mundo. El Grupo Modelo recibió 20 mil 100 millones de dólares para que la firma internacional AB InBev se hiciera cargo de 100 por ciento de las acciones. Corona era la única marca nacional en el Top 100 de The Best Global Brands 2012, que elabora la consultora Interbrand. Así que al pasar a otras manos, México, como país, dejó de figurar en esa clasificación. Lo que sigue es que junto con Pemex entreguen de pilón el Palacio de Bellas Artes.
Los pelones
Cada año se gasta mucho dinero en remedios para la calvicie, desde fórmulas mágicas ampliamente promovidas por la televisión para que vuelva a crecer el cabello hasta peluquines. Todavía no se inventa un peluquín que no se vea como peluquín. Históricamente los pelones no quieren verse pelones; incluso la leyenda dice que Sansón perdió su fuerza cuando la pérfida Dalila lo dejó sin su cabellera. Tal vez ahí nació el mito de que mucho pelo es sinónimo de gran vigor. Sin embargo, un estudio de la Wharton de la Universidad de Pensilvania –y no me estaría refiriendo a un tema aparentemente banal si no fuera porque el reporte es de esta escuela de negocios que según algunos otros reportes ya desbancó a Harvard– indica que la calvicie es símbolo de poder. Incluso algunos ejecutivos del mundo de los negocios están optando por raparse, por ejemplo el presidente de General Motors, Daniel Akerson. La pelona, no sé si esta bien usado este término –mejor me refugio en el tradicional, la calvicie–, se percibe como un símbolo de dominio y mayor potencial de liderazgo. En México, como ustedes saben, tenemos a un pelón que no canta mal las rancheras.
e@Vox Populi
Asunto: el paro en el Poli
Soy alumno de séptimo semestre de la carrera de químico farmacéutico industrial de la ENCB. Quisiera solicitarle que informara en su columna del paro laboral que se está dando en la ENCB (campus Santo Tomás y Zacatenco), con el fin de expresar nuestra inconformidad con el recorte al presupuesto del IPN, así como nuestro repudio a la reforma laboral. Hoy es el segundo día de paro y hasta el momento sólo hemos tenido respuestas no tan claras de las autoridades.
Erick Reyes Camargo
R: Tendré al tanto a los seguidores de esta sección. Sigue informándonos.
Asunto: abreviando la espera
En tu columna de ayer comentas la iniciativa del PRI de acortar el tiempo de toma de posesión del presidente electo, de cinco a tres meses. Al respecto, propongo el 10 de octubre, pues ese día del año 1824 el general Guadalupe Victoria juró como primer presidente de la República Mexicana. ¿Qué mejor homenaje a los héroes que nos dieron patria y libertad que imponer ese día en memoria del nacimiento de nuestra República? Y respecto al señor Ricardo Torres, de Houston, Texas, le diré: ¡¡Perros texanos!! Así empieza la novela Murieron a mitad del río, de Luis Spota; le recomiendo que la lea.
Emilio Díaz Cervantes/Distrito Federal
R: El mejor homenaje a los héroes sería que la elección fuera democrática. Lo de la fecha es negociable, pero me parece buena tu propuesta del 10 de octubre. Sólo mediarían dos meses y días de la elección.
Twitter
Huevo $40; tortilla $14; carne $80. Una hora laboral $7.47. No mamen p… diputados.
Gabriel Marrufo @gmarrufo
Devaluación del capital humano, buena definición de lo que se viene para México con la reforma laboral.
Idalia Morales @Elfais
‘Ora resulta que los #mexicanos detenidos en #nicaragua sí eran empleados de #televisa pero fueron #despedidos el día que los atraparon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario