El PODER Legislativo
El reconocido ingeniero y académico mexicano,Daniel Reséndiz Núñez, Premio Nacional de Ingeniería 2011, expresó durante su intervención en el Foro de Políticas 2012 de la Academia Panamericana de Ingeniería que México se encuentra en una situación de desigualdad igual o peor a la de hace 200 años (1812), cuando José María Morelos escribió Los sentimientos de la Nación, documento en el que destacó que la disminución sustancial de las desigualdades era un IMPERATIVO MORAL, imperativo que ningún gobierno desde entonces a la fecha ha hecho suyo.
El académico destacó que las experiencias exitosas de desarrollo nacional alcanzadas por algunos países tienen factores en común, que se resumen en tres condiciones específicas:
Primera condición: una cultura nacional sólida y ampliamente compartida, actuante y viva, con hondas raíces éticas, sean laicas o religiosas, autóctonas o universales, en la que todos los connacionales se identifican al margen de sus diferencias ideológicas y por tanto están dispuestos a compartir esfuerzos y beneficios - un buen indicador del grado en que tal cultura es en efecto compartida es la EQUIDAD ECONÓMICA Y SOCIAL, sin la cual el desarrollo es endeble o IMPOSIBLE -.
Segunda condición: una ciencia institucionalizada, apreciada por la sociedad como el mejor método disponible para entender el mundo y para generar el conocimiento aplicable a comprender y resolver los problemas.
Tercera condición: una ingeniería con el grado de suficiencia y un sistema de innovación en todos los campos del saber-hacer, puesto en práctica cotidiana por usuarios y proveedores de los servicios y productos NACIONALES a fin de mejorar continuamente la calidad y el costo de lo que EL PAÍS PRODUCE.
Qué lejos estamos como nación de alcanzar el desarrollo con estos "programas" de gobierno que caminan justo en sentido opuesto a las condiciones que señala el ingeniero Reséndiz, y que sólo profundizan la DESIGUALDAD, la MARGINACIÓN, la POBREZA, el DESEMPLEO, la VENTA de nuestros recursos naturales y la destrucción de nuestras raíces culturales.
Hoy más que nunca confío en la fuerza que debe alcanzar el Poder Legislativo para frenar los programas del Ejecutivo y proponer otros afines a las condiciones básicas para rescatar a México del subdesarrollo y al pueblo de la postración.
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