Federico Arreola en su columna de hoy martes, pide a AMLO pronunciarse públicamente en contra del huevazo que recibió en el pecho Adela Micha para que uno de los grupos opositores a la imposición presidencial, el #Yo soy 132, le baje a estas agresiones que podrían convertirse en balas.
Emana del texto, su idilio con el “neoliberalismo” y con Luis Videgaray. Con las reformas estructurales impulsadas con toda la fuerza salinista detrás, a la usanza de hace 30 años. Videgaray, el titiritero que dentro del pragmatismo cotidiano maneja a EPN y quien con toda seguridad será el próximo candidato del PRIAN a la presidencia 2018 (los chuchos de la izquierda se quedarán sin torta aunque se las hayan prometido) es un traidor a la rica patria, que hasta los considerados “brutos” gallegos se quieren zampar.
Asegura Federico que el líder tabasqueño debe actuar con moderación y sin exabruptos verbales hacia la mafia que lo ha agredido sin tregua, boicoteando su llegada a la presidencia a base de trácalas, de deshonrosas estrategias en contra de la democracia, enviando el mensaje al mundo que los mexicanos somos permisivos tolerantes agachones amedrentados faltos de ética y por tanto nos hemos acomodado muy bien, a las maniobras antidemocráticas impuestas por otros mexicanos asentados en las cúpulas corruptas que nos gobiernan. Es por esta razón, por nuestras debilidades, que a los de fuera les parecemos atractivos, porque saben que podrán abusar y extraer la valiosa raja de nuestro territorio.
En la selva pensamos diferente y esperamos que AMLO haga lo correcto, lo que haría una persona íntegra: Que no siga los consejos de Arreola.
El huevo lanzado a la representante de Televisa es un aviso y una blusa que habrá de enviarse a la tintorería, nada más. Televisa se merece todo el repudio del México consciente del México afectado por ese monopolio tan depravado.
EPN, Salinas, Calderón, Videgaray, los banqueros y empresarios abusivos, todo aquello que el mismo Federico expone como “la mafia económica mundial” de la que estos pillos son parte, sin la cuál “ningún país puede progresar”, no sólo se merecen huevazos o tomatazos. Para el daño que nos han causado, eso no es nada.
Debían de ser impedidos de llegar al poder. El “cómo” se llevará esto a cabo, estará solamente, en la capacidad de la unión ciudadana.
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