Para revisar la "reforma" laboral, el Senado anunció que realizará esta semana reuniones con empresarios, funcionarios del gobierno federal, académicos, abogados y líderes sindicales de izquierda, a quienes escuchará antes de realizar cambios y modificaciones. Pero a quienes tendría que consultar también es a los economistas profesionales antes de avalar medidas contrarias a lo que requiere el país, y no los grandes empresarios para seguirse enriqueciendo.
La comunidad de la Facultad de Economía de la máxima casa de estudios expresó a través de algunos de sus miembros su profundo rechazo y una enérgica protesta por la aprobación de la llamada "reforma" laboral, en virtud de que resulta un instrumento jurídico que institucionaliza la flexibilización que, de hecho, han impuesto los empresarios, y profundizó:
-La devastación social neoliberal practicada por el mundo empresarial alcanza hoy consolidación jurídica debido a un Estado sumido en una crisis de credibilidad y de legitimidad, agravada porque es omiso en sus compromisos democráticos y responsabilidades sociales.
-Aprobar contratos a prueba es anular los derechos de los trabajadores a la antigüedad o a la protección de la ley. Permitir contratos por horas incidirá directamente en el deterioro salarial.
-Auspiciar los contratos basura es cargar contra los trabajadores sólo un año de pago salarial atrasado, por una demanda que puede durar más de siete en las instancias de procuración de justicia laboral.
-Permitir contrataciones temporales es dar libertad extrema a los empleadores para el despido.
-La imposición de una legalidad absolutamente contraria a las garantías de los trabajadores atenta contra los derechos humanos económicos. Esto no sólo afecta a la fuerza laboral activa en México, también a toda la población al desconocer derechos inalienables, irreducibles e irrenunciables.
-De aprobarse esta reforma leguleya y tramposa será recordada como el equivalente moderno de las agresiones históricas de Cananea y Río Blanco contra la clase trabajadora.
¿Será por estas declaraciones que no son invitados a las reuniones en el Senado?
Por su parte, los economistas del sector privado estiman que de aprobarse la "reforma" laboral México podría ocupar la posición 38 en el ranking del Foro Económico Mundial.
Lo que México necesita, señores Senadores, no es ocupar lugares en el ranking mundial sino que los trabajadores cuenten con un empleo digno que les permita sacar adelante a sus familias y en consecuencia mejorar las condiciones de vida de todos los mexicanos, no de unos cuantos mientras el resto pierde derechos laborales conquistados.
Todavía hay tiempo.
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