El caso de las Juanitas de San Lázaro comienza a ser objeto de críticas de un sinfín de actores sociales. Hasta la Iglesia lanzó duros comentarios contra los 10 diputados federales, ocho de ellos mujeres, quienes a sólo dos días de haber asumido el cargo ya pidieron licencias para endosar la curul a sus suplentes. Ante el escándalo, el PRD pidió a Olga Luz Espinoza que se olvidara de eso de la licencia. Pero hay otros partidos que más que enmendar la pifia buscan justificar la acción, que a ojos de muchos sólo abona al desprestigio del Congreso. El PVEM, de cuya bancada pidieron licencia seis legisladores, adujo que no hay nada ilegal, y que si se ha de hablar de asuntos morales, “hay cosas mucho peores”. El PRI, en voz de Manlio Fabio Beltrones, señaló que no se viola la ley con esta medida. Lo curioso de todo es que siempre que hay una oportunidad, diputados y senadores acusan de campañas de desprestigio contra el Legislativo.
Resulta interesante la presencia de líderes del PRI en Los Pinos. El presidente Felipe Calderón no ha dudado en extender invitaciones a los hombres del poder en el tricolor. Primero fue el senador Beltrones y ahora el diputado Francisco Rojas, con quien departió ayer en una comida. Nos cuentan que ambos expresaron la disposición del tricolor para ayudar a la administración a sortear la dramática situación económica que está a punto de provocar una crisis social de incalculables proporciones. Rojas admitió que “a nosotros en el PRI nos interesa tener un país fuerte y próspero porque queremos regresar aquí a Los Pinos, pero con un país en marcha, con bienestar, en términos positivos, y no ver el derrumbe de nuestras instituciones”.
Como en los mejores tiempos priístas. Félix González, el joven gobernador de Quintana Roo, celebró su cumpleaños esta semana con tres fiestas faraónicas: 7 mil personas en Chetumal; 3 mil en Cancún, y 4 mil en Cozumel, aunque el nivel de “enfiestamiento” de los testigos hace poco confiable la precisión de las cifras. No sólo el derroche hace pensar en los tiempos de vacas gordas de los gobiernos priístas, también el estilo: se pidió a miembros de la comunidad que llevaran sus peticiones a la fiesta para que el gobernador concediese prebendas. Una costumbre heredada de Mario Villanueva, quien solía obsequiar casas y terrenos el día de su cumpleaños. La semana culminará con la fiesta de 15 años de la hija del gobernador en Chetumal, donde se esperan más de 2 mil personas. La austeridad a todo lo que da.
Apunte final: Vicente Fox está de regreso, pero no a la política, sino de un hospital de EU donde fue operado de la columna. Dijo sentirse rígido por la cirugía, pero que ya está “aflojando el cuerpo”.
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