miércoles, 2 de septiembre de 2009

Salvador García Soto-----Serpientes y Escaleras



02 de septiembre de 2009

Tres años y… faltan tres

Como trepados en una macabra montaña rusa, el gobierno de Felipe Calderón ha llevado al país por una ruta no apta para cardiacos. Pesadas subidas cuesta arriba y espantosos desplomes en caída libre han marcado la gestión de un Presidente que pasó de un arranque de mandato dudoso y accidentado a un uso militarista del poder para legitimarse con una guerra al narco.


Hoy, justo a la mitad de su sexenio, Calderón enfrenta uno de los peores escenarios que haya enfrentado presidente alguno en muchos años: crisis económica y crisis social combinadas con un ambiente político a contracorriente y sin mayoría en el Congreso para el mandatario y su partido.

Menos producción y empleos y más pobreza y violencia sería una síntesis apretada de los primeros tres años de la administración calderonista, y es también el panorama con que arranca la segunda mitad del sexenio.

¿Hay logros? Seguro sí y el Presidente los enumerará hoy en Palacio Nacional, con cifras, números e impresionantes cantidades de dinero, acorde a la tradición de la retórica presidencial mexicana. Pero por encima de los logros, sin escatimarle algunos avances, es innegable que en el saldo global de estos tres años pesan fuertes pasivos —aumento de la pobreza, del desempleo y de la violencia y la inseguridad— y que, de la caída histórica del PIB al “shock” en las finanzas públicas o la pérdida de inversiones y competitividad, demasiados retrocesos pueblan la primera mitad del calderonato.

NOTAS INDISCRETAS… Los equilibrios de fuerzas en el PRD del DF cambiaron tras los comicios de julio. Hay un reacomodo entre las tribus y grupos como el de René Bejarano perdieron espacios, al igual que Los Chuchos. El nuevo poder en el perredismo del DF se llama Marcelo Ebrard que, después de mucho intentarlo, por fin tendrá grupo político propio. La fracción perredista en la ALDF muestra claramente el cambio de equilibrios: de 30 diputados, Bejarano y su grupo sólo tienen nueve, Los Chuchos suman siete, y los legisladores afines al jefe de GDF son 14. Con su alianza con Los Chuchos, Marcelo tiene garantizado el control de la fracción y por ende el reparto de las comisiones para las que ya presiona Bejarano, que no se conforma con las cinco presidencias que le han ofrecido los ebrardistas… En las cúpulas del PAN y en Los Pinos están enojados con Mariana Gómez del Campo y con Carlos Orvañanos. Los culpan en parte del revés que dio el IEDF al PAN con la descalificación de sus triunfos en Cuajimalpa y Miguel Hidalgo. Y es que dicen que apenas pasaron las votaciones del 5 de julio, cuando había que estar pendientes para defender los triunfos panistas, Mariana se fue de vacaciones a Europa y a Orvañanos lo vieron relajándose en Canadá; cuando regresaron ya los perredistas habían operado y el IEDF descalificó las victorias panistas... Giran los dados. Acecha la serpiente.

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