miércoles, 2 de septiembre de 2009

"Juanito": cómo nos gustan estos personajes Periodistas de El Universal

"Juanito": cómo nos gustan estos personajes
Todos los países tienen derecho a una Susan Boyle (aquella escocesa lumpen que este año brincó a la fama mundial desde un programa británico de TV). El problema es cuando estos personajes se salen del espectáculo, ingresan a la política y toman decisiones que afectan la vida pública. Rafael Acosta Juanito está por convertirse en el delegado de Iztapalapa, que con sus casi 2 millones de habitantes está más poblada que Monterrey o Guadalajara. Y es de las demarcaciones del país con más necesidades. Llena de ambulantes (Juanito mismo lo es), sin agua ni para beber, con altos índices de pobreza y de criminalidad, la delegación es más que un botín político: es una comunidad de desposeídos en espera de justicia social. Rafael Acosta, como Susan Boyle, es una celebridad que ahora pelean el PAN, el PRD, el PRI y, parece, el PT (ya está pensando si desconocerlo o no). La reflexión es: cómo nos gustan estos personajes. Allí está Vicente Fox, al que hicimos presidente. O Gerardo Fernández Noroña, ahora diputado federal. O Germán Martínez, un incendiario de la política cuya única diferencia con alguien como Fernández Noroña es que anda bien peinado. Allí está Jorge Kahwagi, boxeador, playboy, personaje de revista de espectáculos y shows populacheros, dirigente nacional de Nueva Alianza, el partido que los gobiernos del PAN regalaron a Elba Esther Gordillo quien, por cierto, se salva de la categoría Boyle no por letrada sino porque tiene (debe reconocérsele) una gran capacidad para negociar con (y aprovechar a) los juanitos sexenales.


Los cambios en el gabinete son inminentes a partir de hoy. Le hemos contado que Eduardo Medina Mora ofreció su puesto ya varias veces y que la hora llegó. No fue antes porque no hay quién asuma la PGR, “papa caliente”. Muchos de los prospectos fueron militares. Esa es una gran tentación: un general en la Procuraduría. La otra tentación es que llegue un amigo, un incondicional o un militante partidista. Y en ese tenor se promueve a José Francisco Blake Mora, secretario general de Gobierno en Baja California: un panista sin más chiste que ser del partido del Presidente. ¿Por qué no hacerle caso a la razón y buscar algún jurista de prestigio? El área es tan seria, que valdría la pena irse por lo seguro, ¿no cree?

Apunte final: qué despliegue de medios, el de ayer. El Operativo Conjunto Chihuahua presentó en páginas dobles de toda la prensa nacional a cuatro detenidos que, de verdad, compiten con los más grandes asesinos de la historia. Omar Castro Rivera, solito, se echó a 101 individuos. Édgar Flores a 81. Queda una breve duda técnica: ¿ya los turnaron por lo menos a un juez? Porque, no es por defender asesinos, pero en este país todos somos inocentes si no se nos comprueba lo contrario. ¿Ya están juzgados? ¿Sí aplica todavía ese derecho constitucional, verdad?

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