jueves, 7 de enero de 2010

A gritos de marrano oídos de chicharronero Polimnia Romana

Qué mal se vio la señora Beatríz Paredes exigiendo a gritos al gobierno federal que explique por qué ha habido un alza indiscriminada en los precios de productos del sector público.

O tiene muy poca memoria o se pasa de cínica la señora.

¿A poco ya se le olvidó que los legisladores de su partido votaron a favor de esas alzas y le pusieron palomita al presupuesto de egresos? ¿A poco ya se le olvido que en sus años de legisladora, que no son pocos, nunca hizo nada por promover y aprobar medidas en beneficio de la gente? ¿A poco ya se le olvidó que su partido no aceptó las medidas propuestas por AMLO para que los grandes empresarios paguen impuestos y se reduzcan salarios y prestaciones a funcionarios de alto nivel? ¿A poco ya se le olvidó que el PRI permitió la entrada del usurpador por la puerta de atrás?
Después de la boda de la hija de Chuayffet, donde la vimos muy bien ataviada y acompañada por los personajes más siniestros de la política mexicana, no le queda hacerse la legisladora consciente y preocupada por el bienestar de los ciudadanos que dice representar.Todos esos gritos son un teatro montado que ya no engaña a nadie.
El PRI lo único que quiere es regresar a Los Pinos y mantener el mismo régimen de privilegios que le heredó al PAN. Por eso no aceptarán ninguna reforma de Estado que pueda restarle poder a la figura presidencial, y menos a legisladores y gobernadores, que se convierten en achichincles del presidente.
Lo dijo claramente Andrés Manuel López Obrador en su último discurso:

“la transición democrática pregonada por la derecha en el 2000 sólo fue una mascarada. Una simple operación de recambio entre los dos partidos de la oligarquía para mantener la misma política de pillaje y continuar con las llamadas reformas estructurales, que en esencia significan el traslado de bienes del pueblo y de la nación a particulares, nacionales y extranjeros”.
Por eso la derecha le tienen tanto miedo y coraje a Andrés Manuel, por eso los medios de comunicación no desaprovechan ninguna oportunidad para golpearlo y descalificar todo lo que se relacione con él.
Beatriz Paredes tiene una sola cosa en mente, mantenerse en un cargo público, y si es el más alto, mejor.
Dentro del PRI se organizará una verdadera lucha de gigantes, más bien de enanos, para sacar al candidato del 2012. Se vale de todo pero al final se alinearán para el reparto del botín.
Muchos mexicanos piensan y dicen que si el PRI vuelve a ganar, con trampas por supuesto, es porque el pueblo se lo merece. Yo no estoy de acuerdo. Si bien es cierto que ha habido inmovilidad, apatía por ignorancia y hasta conformismo de la gente, lo cierto es que la derecha en el poder ha hecho todo para que el pueblo permanezca inactivo. Pero resulta que las cosas han cambiado y ya existe un gran Movimiento Nacional en el que la ciudadanía se organiza y se moviliza para lograr un verdadero cambio. Ese Movimiento es pacífico como su líder y busca el cambio por la vía electoral, para evitar más derramamiento de sangre en el país, y lo va a lograr.

Ojala que usted llegue a verlo, señora Beatriz Paredes.

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