lunes, 25 de enero de 2010

Pensar en la infancia--Polimnia Romana

Comparto totalmente lo que expresó Andrea Bárcena en su última columna, publicada el sábado 23 de enero en La Jornada, respecto al enriquecimiento de los políticos sin que estos dejen a su paso por las instituciones algún beneficio para el país pero especialmente para los niños, que representan el futuro. Y no es sólo una frase bonita, los niños son realmente el futuro que estamos malogrando al permitir que los que se dicen aptos para ocupar cargos públicos, sólo se dediquen a forjar fortunas que no se acabarán ni ellos ni sus hijos ni sus nietos. O sea que son una fábrica de ricos mientras que en el país se elevan todos los días las cifras de pobres, de madres desamparadas y de niños que mueren por enfermedades curables.


Esta semana declaró Andrés Manuel López Obrador que no se va a encaprichar en llegar al poder porque lo que le importa es la transformación del país y no el cargo. Sin embargo, los millones de mexicanos que lo seguimos apoyando sí debemos insistir en que él sea el Presidente Legal en 2012, porque sólo así garantizaremos que las familias en las que crecen nuestros niños cuenten con mejores condiciones de vida, y en consecuencia los niños estén mejor atendidos y tengan un espacio en las escuelas y en los hospitales.


Si permitimos que la derecha siga malgobernando, no habrá un mejor futuro para México. La educación básica dejará de ser pública y continuará en manos de Elba Esther Gordillo, la mapache electoral que ha destrozado las esperanzas de miles de maestros. Sí permitimos que la derecha prianista sirva a los potentados, no habrá recuperación económica para el pueblo y las familias seguirán desintegrándose, dejando a sus hijos en el desamparo.


Dice Andrea Bárcena que los únicos privilegiados deberían ser los niños y no los políticos que atesoran dinero que no les pertenece.


La prueba reciente de lo poco que les interesa la infancia al PRI y al PAN, es su respuesta ante la tragedia vivida en Hermosillo el 5 de junio pasado. Se culparon unos a otros pero hoy no hay un solo responsable detenido, y todos sabemos que tanto familiares del gobernador priísta como de la familia panista de la esposa de Calderón son dueños de la Guardería ABC en la que murieron quemados 49 niños. Lo peor de este asunto no es sólo la impunidad con la que se han manejado sino el peligro en el que siguen ofreciendo un servicio asistencial, no educativo, a miles de niños en todo el país.


Mi opinión personal es que si de verdad nos preocupa el futuro, o sea los niños mexicanos, no podemos dejar de luchar por un cambio verdadero. Para conseguirlo tenemos que participar, informarnos y organizarnos en torno a la mejor opción, que hoy por hoy sigue representada por Andrés Manuel López Obrador.

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