A pesar de los anuncios de austeridad que ha hecho el gobierno, el gasto en su nómina se incrementó en 2009.
Envía..Mientras la mayoría de los mexicanos hemos sufrido los fuertes estragos de la aguda crisis económica que se acrecentó en los últimos años, el año pasado, el gobierno federal aumentó en 8.3% real sus gastos en servicios personales.
No obstante, el sector privado no corrió con la misma suerte, pues su nómina bajó 3.9% real, el cual fue resultado de una caída de 3% en el empleo promedio del 2009 y de 0.9% en el salario real.
De acuerdo con datos oficiales, recabados por el diario Reforma, “los ahorros y las medidas de austeridad implementados desde 2009 para contener el desequilibrio en las finanzas públicas no impidieron que el gasto en nómina (servicios personales) creciera en las secretarías y dependencias del Gobierno federal”.
En este contexto, el pago por estos servicios en la administración federal sumó 161 mil 259 millones de pesos en el año pasado, 8.3% más que en 2008, ello sin contar las paraestatales.
Según Hacienda, el mayor incremento se dio en actividades del Poder Ejecutivo en el área de Comunicaciones y Transportes con 33%, y todo lo relacionado con seguridad y justicia 20.9%.
“Pero también crecieron los recursos en seguridad social (5%) —destaca el diario-, desarrollo agropecuario (11.8%) y, en conjunto, los destinados a Relaciones Exteriores, Hacienda y Gobernación (10.7%)”.
Y detalla que las dependencias con aumento en su planta laboral de 2008 a 2009 son Gobernación, que pasó de 11 mil 976 empleados a 12 mil.
Los servicios personales de paraestatales y entidades de control directo avanzaron 1.3%, en tanto que los correspondientes a gobiernos estatales y municipales retrocedieron 0.9%.
El rotativo destaca la opinión del catedrático e investigador del departamente de finazas del Tecnológico de Monterrey, quien dice que el crecimiento en la nómina del Gobierno federal es una incongruencia frente a la austeridad requerida por los estragos de la crisis.
Bajo este escenario calificó de vacilada los anuncios de austeridad y la reducción de sueldos de funcionarios públicos, que son auténticas cortinas de humo. En este sentido cuestionó “¿Cómo se le puede exigir a la población que aporte más (vía impuestos) cuando el Gobierno se sirve con la cuchara grande?”.
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