domingo, 14 de febrero de 2010

¿Y si Gómez Mont no hubiera renunciado? Álvaro Cueva


Lo que nos faltaba: que Fernando Gómez Mont renunciara al Partido Acción Nacional y que se hiciera todo un show alrededor de eso.

Honestamente, si nuestro secretario de Gobernación renuncia al Partido Acción Nacional, a la religión católica o al club de amigos de Ninel Conde es algo que a nadie le debería de importar.

El señor no está ahí para defender los intereses del PAN ni de ningún partido político. Está ahí para defender los intereses de México, para que este país sea gobernable, para que usted y yo podamos ser felices y progresar.

El dato de que don Fernando haya renunciado a Acción Nacional es muy escandaloso porque, más allá del hecho de la renuncia, nos manda el mensaje de que en Bucareli no se gobierna para nosotros, se gobierna para un partido político.

Y, peor tantito, como ahora el señor Gómez Mont no va a gobernar para el PAN, entonces va a gobernar para otro partido, va a gobernar para el PRI.

¿No, pues para qué queremos elecciones cuando las cosas están tan claras? ¿Para qué perdemos tiempo jugando a la democracia si nuestras cabezas tienen tan claro su lugar en el mundo?

Mentira que don Fernando sea el más honorable de los seres humanos porque, en un acto de respeto a sus principios, se haya ido de Acción Nacional por no estar de acuerdo con que su partido se haya aliado con el PRD, el partido que más ha atacado a Felipe Calderón desde las elecciones de 2006.

Cuando uno renuncia a algo por respeto a sus principios, renuncia a todo, no nada más a la parte ideológica. ¡Pues qué cómodo! ¡Entonces de qué sirve renunciar!

Lo que es no saber hacer las cosas ni manejarlas a nivel comunicación, ¿verdad?

Se suponía que después de este aviso se iba a crear un clima de imparcialidad entre las alianzas del PAN y el PRD y el gobierno de la nación, y que la Presidencia de la República se iba a ver más ajena que nunca a esos temas tan polémicos.

Pero sucedió todo lo contrario, la imparcialidad de Gobernación está más en duda que nunca, salieron a colación situaciones que a todos nos están afectando como los impuestos y esto, lejos de beneficiar al Presidente, lo está perjudicando.

Y si no me cree, nomás fíjese en todas las personas que, a partir de esta nota, le están pidiendo a Felipe Calderón que también se vaya del PAN.

No vaya a ser que él también esté traicionando sus principios continuando en ese partido. No vaya a ser que él también vaya a comenzar a gobernar para otros intereses.

Con razón hay tantos políticos exigiéndole a don Fernando que, además de irse del PAN, también se vaya de la Secretaría de Gobernación. ¿Cómo confiar en un funcionario que hace lo que él hizo?

¿Cómo confiar en alguien que se despide de un partido político de esa manera, en este momento y con una carta de renuncia tan ambigua? ¡Cómo!

Cada quien tiene derecho a adoptar o a renunciar a la filiación política que se le dé la gana, pero hay maneras de hacer las cosas y, sobretodo, momentos.

La noticia de que Fernando Gómez Mont haya renunciado al PAN justo ahora es un insulto tanto para el PAN como para el PRD, como para la ciudadanía.

Nuestro secretario de Gobernación no debería de estar pensando en su filiación política en este instante. Debería estar pensando en Ciudad Juárez, en Michoacán, en Nuevo León, en el Distrito Federal y en muchos otros puntos de México.

Debería estar luchando por mejorar las relaciones entre Felipe Calderón y los otros dos Poderes de la Unión. Debería estar cuidando lo que está pasando en la radio y la televisión nacional que, dicho sea de paso, no tiene nombre.

Debería estar vigilando la parte de protección civil que le corresponde. Debería estar haciendo muchas, pero muchísimas cosas en lugar de hacer lo que hizo.

No por nada la gente común y corriente está tan enojada que le grita y hasta le pega en público.

¿Cuándo había visto usted que una multitud le gritara las cosas que le han gritado al señor Gómez Mont en diferentes medios de comunicación? ¿Cuándo había visto que alguien le diera un zape al secretario de Gobernación?

Sé que todo México se pregunta por qué don Fernando renunció al PAN.

Yo no quiero saber eso. Yo quisiera saber qué hubiera pasado si nuestro secretario de Gobernación jamás hubiera renunciado a ese partido.

¿Le digo la verdad? Me da miedo la respuesta.

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