(Dedico esta columna a mi amigo Raymundo Riva Palacio y a otros que, como él, de buena fe piensan todavía que el periodismo sigue siendo lo que fue).
Alguien dijo en Twitter o Facebook, sin presentar evidencia de ningún tipo, que habían castigado, en Televisa, a Joaquín López-Dóriga por una entrevista que le hizo al papá de la niña Paulette. La gente lo leyó y lo creyó.
Alguien dijo, sin evidencia alguna, no sé si inicialmente en Twitter o Facebook, que el cantante Luis Miguel se estaba muriendo, y la gente lo creyó.
Alguien dijo, en las redes sociales, que el pasado fin de semana iba a habar fuertes combates entre grupos del crimen organizado en las calles de Cuernavaca, y la gente lo creyó.
Alguien dijo, hace meses, y tampoco se presentaron evidencias para respaldar la afirmación, que había balaceras diarias en Reynosa, y la gente lo creyó.
Los periodistas tradicionales, esos que le creen todo al gobierno, dijeron que era mentira lo de Reynosa, que qué barbaridad, pinches tuiteros mentirosos y cosas así. Envalentonados, los directivos de Milenio TV enviaron reporteros a la mencionada ciudad fronteriza, para probar de una vez por todas que los usuarios de Twitter y Facebook se equivocan. Más tardaron en llegar los enviados de Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín que en ser “levantados”, golpeados y regresados al DF o a Monterrey con la advertencia de que en Reynosa no hay más ley que la de la mafia.
En Cuernavaca, por fortuna, no pasó nada. Pero la gente sigue esperando que algo pase. ¿Por qué? Simple y sencillamente por la experiencia: ha habido demasiada violencia en esa ciudad y en muchas otras de México. Luego entonces, el pronóstico es que la violencia seguirá.
De Luis Miguel se habló muchísimo. El rumor fue tan fuerte que del mismo se hicieron eco todos los medios tradicionales: que si se moría, que si no, que si la liposucción, que si el hígado. Nada se supo, tal vez nada se sabrá. Misterio.
Y bueno, sobre López-Dóriga, @polettemiranda nos cuenta en su columna de SDPNoticias.com (http://sdpnoticias.com/sdp/columna/paula-miranda-polettemiranda/2010/04/22/1031416) que el miércoles en la noche, en el programa Tercer Grado de Televisa, los periodistas participantes en la mesa de debates se esforzaron de más en desmentir el rumor: que en Televisa nadie castigó a López-Dóriga, que si se alejó del noticiero es porque andaba en Nueva York, etcétera.
Cito a @polettemiranda: “Se esforzaron mucho por aclarar el rumor de la supuesta sanción al periodista Joaquín López-Dóriga por hablar de más en el caso Paulette: ellos dijeron que no hubo tal sanción y que estuvo en Nueva York en un asunto personal. Yo les pregunto a ustedes: ¿De verdad nos importaba mucho dónde estuvo el periodista? Yo creo que no. ¿Para qué la explicación? Si ellos mismos afirman que sólo eran rumores, no le encuentro razón para aclararlo. Aquí aplicaría el dicho: Explicación no pedida, acusación manifiesta…”
Después de eso, uno de los compañeros de López-Dóriga en Tercer Grado, Carlos Marín, dijo que los usuarios de Twitter somos ignorantes. Bueno, más allá de que tal expresión solo la puede proferir un imbécil, lo cierto es que refleja el miedo que tienen a las redes sociales de internet los periodistas y los medios tradicionales.
No se han dado cuenta de que han sido rebasados por innovaciones como Facebook que, por cierto, acaba de anunciar que tendrá su propia moneda (http://enlaeconomia.com/news/tecnologia/2010/04/22/354/54726): los Facebook credits, una divisa todavía en fase de pruebas para medir el costo de los bienes y servicios de este sistema. Tendrá su propia tasa de cambio y oscilación con respecto a otras monedas.
Un ideal de los economistas neoliberales, como Friedrich A. Hayek, ha sido el de crear un sistema monetario basado en dinero privado, que sería más estable que las actuales monedas controladas por los estados nacionales. Bueno, pues Facebook, sin muchas teorías, empieza a tener el suyo.
¿Y López-Dóriga? El rumor estuvo fuerte. Así lo dimos a conocer en SDPNoticias.com: dicen en Twitter que lo castigaron. Jamás presentamos esa hablilla como una noticia confirmada, sino como un trascendido originado en las redes sociales. Hicimos algo que se hace a diario en los medios tradicionales, pero cómo nos criticaron.
Desde luego, yo nunca me creí lo del castigo a López-Dóriga porque este periodista no es una sirvienta en Televisa. Mucha gente en Twitter opina lo contrario, no es mi problema.
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