Desde el año 1995 hasta 2010 han ingresado a México alrededor de 224 mil millones de dólares. No provienen del petróleo, tampoco de la inversión extranjera, ni del turismo. Los genera la fábrica de pobres, es decir, los mexicanos que se han ido de braceros a Estados Unidos. El gobierno no ha tenido que invertir un solo peso para hacer producir a esta floreciente fábrica, ha bastado con negarle a la gente oportunidades de educación, trabajo y bienestar. Millares de ellos, tantos, que la cuenta se ha perdido en el transcurso de los años, han perdido la vida baleados por la migra, o abandonados a su suerte por los polleros, o ahogados en el río o deshidratados en el desierto. Hay problemas en el área de producción, la fábrica de pobres comienza a echar humo, el flujo de dinero se estanca, en parte porque Estados Unidos ha incrementado la vigilancia fronteriza y en parte por la pérdida de empleos provocada por su crisis económica. El gobierno mexicano ha tratado de convencer al estadunidense de que legisle para proteger los derechos elementales de nuestros paisanos –la idea de una amnistía se abandonó. Es tarde: la gran oportunidad fue cuando Salinas de Gortari negoció el Tratado de Libre Comercio, debió haber incluido el tema migratorio, mas su interés no era la gente sino las grandes empresas. Hoy recibe en Washington el presidente Obama a un cariacontecido presidente Calderón. El asunto migratorio no está en la agenda, lo urgente es el narcotráfico, la violencia, las punzantes denuncias contra la corrupción, el asesinato de agentes de Estados Unidos, las denuncias por la violación de derechos humanos. En resumen: la insatisfacción del gobierno del país del norte con el desempeño del vecino del sur.
El embajador
No será una reunión. Como escribió en la edición de ayer nuestra compañera Blanche Petrich, el deterioro de la relación bilateral se ha agravado. Contribuye, por un lado, ‘el reciente asesinato del agente de la Oficina de Aduanas e Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) Jaime Zapata, el 15 de febrero.’ Por otro lado, existen indicios de una ruptura del gobierno mexicano con el embajador Carlos Pascual, a juzgar por lo que Calderón dijo en una entrevista de prensa reciente: ‘Los embajadores o quienes generaron los cables le echaron mucha crema a sus tacos (...) y han hecho mucho daño’. Se refería a los cables filtrados por Wikileaks y que ha venido publicando La Jornada. Así que nuevos y graves problemas han venido a colarse a la agenda, uno sumamente delicado: el propósito del gobierno estadunidense de armar a sus agentes en México –¿veremos en los alrededores de la embajada y los consulados gente con cuernos de chivo, bazucas, tanquetas?–, mientras tanto, el tema de nuestros braceros continuará siendo relegado.
@Vox Populi
Asunto: en la depresión
Te escribo indignada, rabiosa e impotente. Me robaron mi cartera en mi oficina; fue un señor que dijo que venía a arreglar los teléfonos a la hora de la comida. Utilizaron el dinero de mis tarjetas de crédito. Este es mi país, un país de impunidad, de corrupción, de inseguridad; con nuestros gobernantes llenándose los bolsillos; donde los monopolios cohabitan en contubernio con las autoridades pasando sobre nuestra Constitución; donde 150 mil adolescentes hacen su examen a la UNAM y sólo entrarán 15 mil; donde hay muertos todos los días… Donde en diciembre pasado mataron en un pesero a un joven compañero de oficina, de 24 años, por quitarle un disco duro de su trabajo. Ayúdame con los ombudsman de los bancos antes de caer en una profunda depresión.
Buzón reservado
R: Querida amiga: tuviste suerte, sólo te robaron la cartera, no te golpearon ni nada peor. En momentos de depresión hay que leer el poema del gran José Emilio Pacheco No amo a mi Patria, lo puedes hallar con Google; al final la amarás aún más. Me pongo en acción con los bancos.
Asunto: outsourcing en el Gobierno del DF
Enrique: en relación con los trabajadores contratados por el sistema outsourcing que laboran en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el secretario de Trabajo capitalino, Benito Mirón Lince, dice que está preocupadísimo por esta situación, sin tomar en cuenta a los trabajadores de su propia secretaría y la de todos los trabajadores de honorarios del Gobierno del Distrito Federal. A nosotros nos retrasan el pago, apenas cobramos las quincenas de enero y febrero pasados y los contratos los hacen por uno, tres o seis meses, dependiendo de su conveniencia; esto para no generar antigüedad. El año anterior teníamos una compensación de final de año, ya que no contamos con aguinaldo, prestaciones ni seguridad social; en sí no tenemos nada, ni siquiera estabilidad laboral, pero según la Gaceta del día 2 de febrero pretenden quitar este bono. ¿Crees que esto es justo? Los senadores se incrementan sus jugosos sueldos ¿y a nosotros quién nos aumenta?
Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal
R: Amigos: les propongo una idea: sujetar a contratos de outsourcing a Benito Mirón Lince y a los demás funcionarios, incluyendo a Marcelo Ebrard.
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